lunes, 17 de agosto de 2020

Garbanzos, con bonito fresco.

 


Necesitamos para dos:

150 gramos de garbanzos.

200 gramos de bonito fresco, sin piel ni espina central.

1 cebolla mediana.

½ pimiento verde.

2 tomates maduros o un bote de tomate pelado.

2 zanahorias.

Aceite de oliva virgen.

½ cucharilla de pimentón dulce.

½ cucharilla de cúrcuma (opcional).

Harina de garbanzos, la necesaria para rebozar el bonito.

1 hoja de laurel y perejil.


Empezamos poniendo los garbanzos a remojo en agua templada la noche anterior a cocinarlos.

Los escurrimos y los cocemos en agua hirviendo con las zanahorias peladas y enteras, la hoja de laurel y sal.

Mientras se cuecen los garbanzos vamos preparando el bonito y la salsa.

Quitamos la piel al bonito y lo hacemos tacos. Salamos, pasamos por harina de garbanzos (puede ser de trigo) y lo sellamos en una sartén con dos o tres cucharadas de aceite de oliva.

Lo reservamos caliente.

En la misma sartén, sin limpiar vamos sofriendo la cebolla y el pimiento picados menudos. Ponemos el pimentón y la cúrcuma y freímos. Cuando empiezan a ablandar ponemos los tomates rallados, o los de lata; salamos y dejamos que se cocine bien. Podemos agregar las zanahorias que usamos para cocer los garbanzos picadas.

Necesitamos una salsa espesa.

Escurrimos los garbanzos, guardando algo del líquido de cocción y los agregamos a la salsa. Ponemos el caldo de cocer los garbanzos, la cantidad que os guste dependiendo de lo caldosos o secos que os gusten.

Dejamos cocer despacio unos 15/20 minutos para que cojan bien todos los sabores.

Añadimos el bonito, que ya está frito y por tanto cocinado y lo dejamos todo junto 3 ó 4 minutos, solo para que se caliente todo bien. No conviene hacer demasiado el bonito para que no se seque.

Servimos en una legumbrera y ponemos perejil picado.


¡Y listo, a disfrutar!

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