Clafoutis de cerezas.

Una tarta de origen francés muy fácil y rápida de hacer. La tradicional es con cerezas pero con fresas, peras o manzanas también queda muy buena.

La masa es similar a la de las crep, frixuelos en Asturias: huevos, leche, harina…

Yo le pongo poco azúcar porque la fruta, si está madura ya aporta bastante y de mejor calidad nutricional que el azúcar blanco.

Puede ser el postre, el desayuno o la merienda. 

Con estas cantidades da para cuatro o seis raciones.

 

Necesitamos:

Cerezas, 200 gramos después de despepitarlas.

Huevos, 2 medianos.

Azúcar blanco, 50 gramos.

Harina, 75 gramos.

Leche entera, 200 gramos. O 100 gramos de nata + 100 gramos de leche.

Una pizca de sal.

Azúcar glas, opcional.

Empezamos lavando las cerezas y quitándoles el hueso. Esto es un poco laborioso si no tenéis el aparato; yo las pico a cuchillo.

Pesamos los ingredientes y los mezclamos todos menos las cerezas; si sustituís parte de la leche por nata, quedará más cremosa pero también con muchas más calorías.

Forramos un molde desmontable, de 16 centímetros, con papel de horno (yo mojo el papel antes de ponerlo para hacerlo más manejable, lo arrugo y así se adapta mejor).

Ponemos la mezcla y añadimos las cerezas bien repartidas.

Horno precalentado a 170º, durante unos 25 minutos. Pinchamos para comprobar que está cuajada.

Dejamos templar antes de cubrirla con azúcar glas.

Y listo ¿comemos o qué?