“La cocina española está llena de
ajos y de preocupaciones religiosas”.
La frase, por
supuesto, no es mía pero creo que encaja perfectamente en esta receta y en
estas fechas.
Esta receta de
congrio es muy típica de León en Semana Santa.
Es una
preparación sencilla y rápida de hacer, con sabores potentes, pimentón, laurel,
ajo, vinagre…y congrio; una sabrosa receta tradicional.
Necesitamos unas
rodajas de congrio de la parte abierta; no nos sirve la cola ya que tiene
muchas, muchas espinas. Si compramos el congrio entero, la cola se puede usar
para hacer caldo de pescado para otra preparación.
Necesitamos por
persona:
2 rodajas de
congrio abierto.
1 patata
mediana o grande.
Aceite de oliva
virgen.
Vinagre, una
cucharada.
1 hoja de
laurel.
2 ó 3 dientes
de ajo.
1 cucharadita
de pimentón.
1 guindilla
(opcional).
Empezamos pelando las patatas y poniéndolas a cocer, enteras, en agua fría con sal y
la hoja de laurel.
A media
cocción, dependiendo del tamaño más o menos tiempo, pero aproximadamente a unos
14/15 minutos, agregamos el pescado y seguimos cociendo, despacio, hasta que
las patatas estén tiernas, como mucho unos 5 minutos porque no conviene pasar
el pescado de punto.
Mientras pelamos
los ajos y los laminamos.
Ponemos abundante
aceite
en una sartén y freímos los ajos (si vamos a poner la guindilla lo hacemos
ahora). En cuanto empiecen a dorarse retiramos la sartén del calor y añadimos el
pimentón para que se fría sin quemarse y el vinagre. Agregamos un cucharón
del caldo de cocer las patatas y el pescado. Damos una vuelta a la
mezcla.
Ponemos las patatas
y el congrio en el plato, regamos con el ajoarriero y servimos inmediatamente.
Si no lo vamos
a comer en el momento ponemos todo en la sartén donde hemos hecho el ajoarriero y después calentamos despacio.
¡Y listo!
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