Las
verdinas son unas alubias pequeñas, delicadas, casi sin piel, se deshacen en la
boca, que necesitan una cocción suave y complementarlas con verduras, pescado o
marisco.
O, como
en este caso, para ensalada.
Se
cuecen desde agua fría, no se revuelven para no romperlas, hay que tratarlas
con cuidado y se salan cuando ya están tiernas.
Necesitamos
por persona:
60
gramos de fabas verdinas. La cantidad es orientativa dependiendo de cada comensal.
Ensalada:
½ tomate de ensalada, ¼ de cebolleta, 1 huevo cocido, bonito en escabeche y
aceitunas verdes y negras.
También
se puede añadir alcaparras, pepinillos, guisantes, perejil…se puede sustituir
el bonito por chicharros en escabeche.
Aceite
de oliva virgen extra y sal. Se puede poner vinagre aunque con el escabeche creo que es suficiente.
Ponemos
a remojo las verdinas la noche antes de cocinarlas, después de lavarlas.
Las
ponemos a cocer en agua fría, sin sal, con una hoja de laurel hasta que estén
tiernas. Salamos, escurrimos y reservamos.
Preparamos
la ensalada picando el tomate, la cebolleta, las aceitunas verdes y el huevo
cocido.
Añadimos
el bonito desmenuzado.
Aderezamos
con aceite de oliva y sal.
Mezclamos,
con las verdinas, suavemente para no romperlas, son muy delicadas.
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