Creo que en todas la casa hay una receta de
calamares en su tinta. Es un plato tradicional, en mi infancia plato de fiesta;
es fácil, sencillo y, si en la pescadería nos limpian y parten los calamares
es, incluso rápido de hacer.
Necesitamos para dos:
2 calamares grandes y sus tintas. Además un sobre
de tinta de los que venden congelados.
Arroz, unos 160 g.
1 cebolla mediana.
1/2 pimiento verde.
1 tomate o medio bote de tomate natural triturado.
2 dientes de ajo.
½ vaso de vino blanco.
Sal, aceite de oliva virgen y perejil.
Empezamos haciendo el sofrito: ponemos aceite que cubra ligeramente el fondo de la cazuela y vamos sofriendo primero los ajos picados; cuando empiezan a coger color añadimos la cebolla y el pimiento partidos pequeños; salamos. Dejamos que se sofrían bien. Agregamos el tomate y seguimos cocinando.
Mientras vamos limpiando los calamares y los partimos en trozos.
Cuando el sofrito está en su punto subimos la
temperatura y añadimos los calamares y el vino blanco;
damos unas vueltas para que todo se impregne bien.
El calamar enseguida cambiará de color y soltará
algo de líquido; ponemos un poco de agua y dejamos cocer despacio durante unos
15 minutos.
Desleímos la tinta y el sobre en ½ pocillo de agua, lo añadimos
al guiso y seguimos cociendo despacio hasta que estén bien tiernos.
Probamos de sal y añadimos si hace falta.
Mientras se hacen los calamares hacemos un arroz blanco para
acompañar.
Servimos con un poco de perejil espolvoreado.
¡Y listo!
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