Este
plato es muy sencillo de hacer, muy saludable y completo; apenas tiene grasa
pero aporta proteínas de muy buena calidad (la merluza), hidratos de carbono (las
patatas) y fibra, minerales y vitaminas (las verduras).
Admite
muchos rellenos, yo esta vez puse verduras pero con setas o con langostinos
también queda perfecto.
Podemos
tenerlo adelantado y terminarlo, en el horno cuando sea necesario; si se enfrían
las patatas, al hacerlo con adelanto necesitará algún tiempo más de horno.
La
panceta le da un toque de sabor que complementa muy bien al pescado y las
verduras.
Necesitamos:
Una
merluza, sin espina, abierta pero sin separar los dos lados.
Verduras
para rellenarla; yo usé cebolla, pimiento vede y zanahoria.
4
ó 5 tiras de panceta ibérica, sin corteza.
Patatas.
½
vaso de vino blanco.
Aceite
de oliva virgen, perejil y sal.
Empezamos preparando el fondo del asado. Pelamos
unas patatas, las partimos en rodajas de un centímetro de grosor, aproximadamente,
y las freímos, después de salarlas. Cuando empiezan a dorarse las sacamos y
cubrimos con ellas el fondo del larguero que vayamos a usar. Reservamos.
Hacemos
el relleno: en
una sartén, con dos o tres cucharadas del aceite que nos sobró de freír las patatas
pochamos la cebolla, el pimiento verde y la zanahoria, partido todo en bastones
como de 3 ó 4 centímetros de largo y ½ de ancho. Cuando empieza a ablandar lo
sacamos a un plato y dejamos que temple.
En
la pescadería pedimos que nos abran la merluza, como un libro, nos
quiten la espina (que podemos congelar para hacer caldo) y la parte de la
barriga, por si tiene anisakis (también podemos tenerla 48 horas congelada para evitar el riesgo).
La
salamos y ponemos sobre una mitad el relleno templado; tapamos y rodeamos
con las lonchas de panceta, que nos ayudaran a cerrarla.
La
metemos al horno, encima de las patatas; agregamos el vino blanco y asamos a
190/200º durante unos 20 minutos. Si la panceta se tuesta demasiado podemos
cubrir el larguero con un papel de horno.
Ponemos
un poco de perejil picado antes de servirla.
¡Y
listo, a disfrutar!