domingo, 27 de julio de 2025

Ensalada templada de pechuga de pollo con melón a la plancha y canónigos.


 

Hoy vamos a hacer una ensalada templada que sea plato único. Hay que animar, un poquito, esta pechuga de pollo que así, sin más me parece un poco triste. Con un adobo que aporte sabor y color y algo de compañía ya es otra cosa ¿Cómo lo veis?

Necesitamos para dos:

Unos filetes finos de pechuga; nos los hacen en la carnicería sin problema.

Para el adobo: pan rallado, pimienta negra molida, pimentón dulce y cúrcuma. También sal pero esta la ponemos a la carne en el último momento para que no se deshidraten.



Para la ensalada: canónigos, melón*, sal y aceite de oliva virgen extra.

Ya podemos empezar.

Mezclamos todos los ingredientes del adobo, en la proporción que nos guste pero ¡cuidado! el pimentón siempre parece insuficiente pero al freír “estalla” con toda su potencia.

Salamos los filetes y empanamos con esta mezcla. 



Los freímos.

Lavamos bien los canónigos, o la ensalada verde que utilicemos, aunque sean de bolsa y vengan ya limpios. Reservamos.

Partimos el melón en tacos un poco gruesos y los hacemos a la plancha con una gota de aceite.

Ya solo nos queda montar el plato: servir la carne, aderezar la ensalada de canónigos y acompañar con el melón al que ponemos unas piedritas de sal gorda.



*El melón que yo tenía estaba en su punto de maduración, dulce y jugoso pero creo que esta puede ser una forma ideal de aprovecharlo si os sale un melón un poco seco e insípido.


miércoles, 23 de julio de 2025

Guarnición de la huerta.

 


Nada mejor para acompañar a un plato de carne o pescado que un buen plato de verduras, que nos alimenta y nos sacia. Para ser sincera te contaré que ayer “me pasé” con la comida, suele ser así si como de restaurante, me distraigo con la conversación y no “mido”. Hoy tocaba comida sencilla para compensar: pescado a la plancha y verdura.

Descarté una ensalada y como tenemos muchos calabacines pensé en esto.

Necesitamos para dos:

Unas patatas pequeñas o medianas partidas al medio.

Un calabacín.

3 ó 4 zanahorias.

2 dientes de ajo.

½ vaso de caldo (o agua).

Un trozo de mantequilla, unos 15 gramos.

Sal, aceite de oliva virgen extra y una cañita de romero.

Empezamos pelando las patatas, las dejamos enteras si son pequeñas o las partimos pero dejándolas siempre en trozos grandes.

En una cazuela ponemos la mantequilla y una cucharada de aceite con las patatas y las dejamos que se sofrían un poco.

Mientras pelamos las zanahorias y las partimos en bastones. Las añadimos a las patatas con los dientes de ajo pelados y enteros.




Cuando todo se ha tostado un poco ponemos el romero y el caldo o el agua; salamos y dejamos cocer despacio hasta que las patatas estén tiernas (pinchar con una brocheta, levantar y si cae ya está).

A la vez que se cocina esto cortamos el calabacín en lonchas un poco gruesas, con una brocha las untamos con otra cucharada de aceite y lo hacemos a la plancha.

Ya solo nos queda emplatar y poner unas piedritas de sal gorda por encima.


lunes, 21 de julio de 2025

Verdinas con alcachofas y jamón.

Plato de éxito asegurado, sin duda. Las verdinas son unas alubias pequeñas, muy finas, sin apenas piel, con un sabor muy suave y las alcachofas con jamón es una receta lo suficientemente contrastada para saber que no te equivocas al mezclarlas.

En Asturias es fácil encontrar verdinas, aunque tienen un precio elevado, en otras zonas podéis sustituirlas por otra alubia de buena calidad, no quedará un plato idéntico pero igualmente sabroso.

Necesitamos para dos:

200 gramos de verdinas.

Una docena de alcachofas pequeñas (yo la uso congeladas).

Unos tacos de jamón (la cantidad al gusto).

1 cebolla mediana.

1 zanahoria.

Sal, una hoja de laurel y aceite de oliva virgen extra.



Empezamos poniendo, la noche anterior, las verdinas, bien cubierta de agua fría, a remojo. Por la mañana las escurrimos y, en una cazuela de tamaño proporcionado, las ponemos a cocer con una hoja de laurel y una zanahoria entera pelada. Cuando empiece el hervor las “asustamos” añadiendo un poco de agua fría.

Pasada una media hora sacamos la zanahoria y la reservamos. Seguimos cociendo despacio las alubias, moviendo la cazuela de vez en cuando, sin sal y sin utilizar para dar vueltas ningún instrumento.

Mientras en una sartén ponemos un fondo de aceite, pochamos la cebolla picada; cuando empiece a ablandar ponemos las alcachofas, partidas al medio y dejamos que se hagan; ahora  añadimos la zanahoria en trozos de tamaño bocado y los tacos de jamón, freímos. Apartamos de calor. Reservamos.



Cuando las verdinas estén tiernas, si tienen mucho caldo quitamos una parte, agregamos el contenido de la sartén; dejamos cocer despacio todo junto unos minutos.

Es el momento de probar de sal, posiblemente necesiten ya que no hemos puesto nada más que lo que aporte el jamón pero es conveniente ser prudente y esperar ya que el jamón frito suele estar salado.

Dejamos reposar, incluso de un día para otro, y servimos.



lunes, 14 de julio de 2025

Bonito con tomate

 


Para sorpresa mía acabo de comprobar que no tenía publicada la receta de bonito con tomate, una de las formas más tradicionales de comer el bonito en Asturias.

Es una receta sencilla, solo necesitamos un buen trozo de bonito, a mí me gusta sin piel ni espina y una buena salsa de tomate.

Se puede hacer con una raja o, como en este caso, con unos medallones del lomo.



Necesitamos para dos:

4 medallones de lomo de bonito, de unos 120 gramos cada uno.

Para la salsa: una cebolla, unos dientes de ajo, tomate natural rallado o un bote de tomate triturado, ½ vasito de vino blanco y una cucharada de tomate concentrado.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos poniendo dos o tres cucharadas de aceite en una cazuela baja y amplia donde quepan las tajadas; salamos el bonito y lo cocinamos a calor fuerte un minuto por cada lado; reservamos.

En la misma cazuela, sin limpiarla, añadiendo un poco más de aceite freímos, por este orden los dientes de ajo y la cebolla picada; cuando esté blanda sin que llegue a coger color añadimos el tomate, el vino y el concentrado, salamos y dejamos cocer despacio hasta que la salsa esté espesa. Si al probarla nos parece ácida podemos poner una pequeña cantidad de azúcar.

Ponemos el bonito en la salsa y cocinamos todo junto un par de minutos (dependiendo del grosor de las tajadas esto puede variar).

Importante a tener en cuenta es no cocinar en exceso el bonito porque quedaría seco; este guiso queda mejor reposado, unas horas o de un día para otro; cuidado con la sal si pensáis recalentarlo porque tiende a acentuarse y por último, aunque no menos importante, tened a mano un buen trozo de pan de hogaza os hará falta.


sábado, 12 de julio de 2025

Magdalenas con canela y arándanos,

 



Hola. Ya sé que no os apetece encender el horno pero seguro que sí os apetece una riquísima magdalena con el café.

Es verdad que en Asturias, salvo algún día, no da perece encenderlo: tenemos un día de sol y tres de orvayo.


Vamos a ello.

Necesitamos para 14 magdalenas:

3 huevos medianos.

110 gramos de azúcar.

220 gramos de harina.

½ sobre de levadura química.

1 medida (vaso de yogur) de aceite de girasol.

1 medida (vaso de yogur) de leche entera.

Un puñado de arándanos secos.

Una pizca de sal.

Lo primero es poner los arándanos cubiertos con agua para que se hidraten y así no absorban y resten humedad a las magdalenas.

Batimos muy bien los huevos, que estarán a temperatura ambiente; añadimos los demás ingredientes mezclando para que se integren y hagan una masa homogénea, por este orden: sal, azúcar, aceite y leche.

Aparta juntamos la harina con la levadura y la canela; pasamos por un colador para airearla y evitar grumos.

Unimos las dos masas. Dejamos reposar mientras preparamos los moldes; yo uso unos de silicona, que mantienen bien la forma y los forro con un papel de magdalenas.

Calentamos el horno, calor arriba y abajo a 220º.

Llenamos los moldes hasta las ¾ partes y ponemos en cada uno 2 ó 3 arándanos hidratados.

Horneamos unos 20 minutos aproximadamente bajando la temperatura a 200º.

Cuando los saquemos del horno quitamos los moldes de silicona y dejamos enfriar ¡si podéis!