El botillo lo compré envasado al vacio, en una tienda nueva del barrio (porque hay que apoyar al comercio pequeño y próximo).
Lo puse a cocer en agua fría y cuando llevaba una hora saqué gran parte del caldo para otra olla y allí cocí el repollo y las patatas. Pensé que al seguir cociendo, se podía romprer la piel del botillo y me parecia "un pequeño lío" tenerlo todo mezclado.
Al botillo le dejé el caldo justo para calentarlo.
Después, a la hora de comer, sólo hubo que calentarlo todo y ¡a comer!
Rico de verdad.
En fin, probad y ya me contaréis.
En fin, probad y ya me contaréis.
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