Está ensalada puede ser un entrante o un primer
plato. Tal como está es estupenda pero admite cambios y añadidos para
personalizarla al gusto del comensal.
Yo la próxima vez añadiré, por supuesto, aceitunas y
½ cebolleta fresca. ¿Qué os parece con unos espárragos? ¿ y unas rodajas de
zanahoria? ¿y…?
Necesitamos:
Patatas, entre 150/200 g por persona.
1 pimiento rojo, morrón, para asar.
Bacalao fresco, unos 150 g por persona.
Aceitunas negras con hueso ¡no de bote!
Aceite de oliva virgen extra, sal, vinagre de Jerez.
Empezamos cociendo las patatas en trozos grandes. Que queden
tiernas pero que no deshagan.
Las escurrimos y las ponemos en una fuente de
servir. Antes de que se enfríen las aliñamos con vinagre y aceite al gusto.
A la vez ponemos el pimiento a asar, bien
limpio y seco, pintado con aceite, en el horno a 180º hasta que esté asado.
Dejamos unos minutos tapado y después lo pelamos.
Lo partimos en tiras y lo añadimos a la fuente de
las patatas.
En una sartén con dos cucharadas de aceite
ponemos el bacalao, primero por la piel, dejamos 3 ó 4 minutos y damos
la vuelta.
En cuanto esté lo sacamos y lo dejamos templar.
Quitamos la piel y las posibles espinas; lo desmenuzamos en lascas y lo
añadimos a la ensalada.
Yo no puse aceitunas porque no tenía y las de bote
me parece corcho enlatado.
¡Y listo!
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