Un estupendo bizcocho para el desayuno del domingo.
Tanto los huevos como la leche deben estar a temperatura
ambiente.
Tamizamos la harina con la levadura y añadimos una
pizca de sal. Tenemos la masa sólida.
Hacemos la masa líquida: batimos los huevos, que
queden bien espumosos; agregamos el azúcar y seguimos batiendo.
Añadimos la leche y el aceite. Rallamos el jengibre
y se lo agregamos.
Cuando está todo bien integrado unimos la masa sólida
con la líquida hasta que esté bien homogénea.
Si usas un molde de silicona no hace falta que hagas
nada en él; si es metálico úntalo con aceite y espolvorea con harina y sacude
el sobrante.
Calienta el horno a 180º y cuécelo hasta que este
hecho (ya sabes pincha con una brocheta y si sale limpia está) tardará unos
25minutos.
Puedes cubrirlo con un poco de azúcar molido.
Si no te gusta el jengibre, no hagas este bizcocho
porque ¡sabe a jengibre! Cada bocado te deja en el paladar ese “picante” y ese
perfume…inconfundible.
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