Para
el desayuno unas ricas magdalenas, estas con cacao puro de ahí su color.
No
tengáis preocupación ninguna en preparar bizcochos o magdalenas caseras, siguiendo unos
mínimos pasos salen perfectos; muchos más ricos que los comprados en el súper y
también mucho más sanos, sin colorantes ni saborizantes artificiales, y más
económicos. Además, si tenéis niños es una actividad que se puede compartir con
ellos: pesar, medir, batir, repartir…y, al final, disfrutar.
Con
estas cantidades hice 12 de entre 55 y 60 gramos.
Necesitamos:
200
gramos de harina.
30
gramos de cacao puro.
100
gramos de azúcar.
125
gramos de aceite de girasol.
150
gramos de leche entera.
½
sobre de levadura.
2
huevos grandes (o 3 medianos).
Una
pizca de sal.
Empezamos
forrando con las cápsulas de papel los moldes de silicona.
Ponemos
el horno a calentar a 180º.
Batimos
los huevos con el azúcar hasta que esté bien espumoso; añadimos el aceite y
seguimos batiendo hasta integrar bien; ahora agregamos la leche. Nos queda una
masa muy líquida.
Aparte
tamizamos la harina, la levadura, el cacao y la pizca de sal y vamos añadiendo
esta mezcla seca a la masa líquida, en tres veces homogeneizando bien antes de
poner más.
Distribuimos
la masa en los moldes, aproximadamente la misma cantidad en cada uno y nunca
más de los ¾ de su capacidad.
Horneamos
unos 15 minutos; este tiempo es orientativo: ya sabéis pincháis y comprobáis.
Dejamos enfriar.
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