martes, 11 de marzo de 2025

Repollo (col rizada) con garbanzos.


 

O garbanzos con repollo, como más os guste. En todo caso un plato de invierno, calentito, saciante, nutritivo, económico y sano ¡ah! y de cocina rápida, vais a ver.

Necesitamos:

Garbanzos, unos 50 gramos, en seco por persona. O un bote de garbanzos cocidos.

Repollo rizado.

Vinagre, optativo.

Sal, ajo, pimentón dulce o mezcla, una hoja de laurel y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos poniendo los garbanzos a remojo la noche anterior; por la mañana los escurrimos y cocemos en agua con sal y una hoja de laurel. Si utilizáis garbanzos de bote os saltáis este proceso, abrís el bote y…ya está.

Cocemos el repollo picado en agua hirviendo con sal, muy poco tiempo, apenas unos poco minutos (probáis una parte dura para comprobar). El mío estuvo hirviendo tres minutos.

En una sartén ponéis tres o cuatro cucharadas de aceite y freís los dientes de ajo; en cuanto empiecen a coger color partáis de fuego y añadís el pimentón, que se fría pero no se queme; agregáis los garbanzos y el repollo bien escurrido, mezcláis y lo cocináis dos o tres minutos todo junto.

Se puede servir con un buen chorro de vinagre que es como me gusta a mí.


receta rápida ¿si o no?

miércoles, 5 de marzo de 2025

Verdinas con skrei.


Estamos en plena temporada de este bacalao, el skrei y hay que aprovecharla porque es muy corta; un pescado muy sabroso, relativamente barato y que admite muchas preparaciones; en mi opinión lo mejor es hacer recetas sencillas con él para no enmascarar su sabor. Hoy lo hacemos con fabas verdinas que en Asturias son muy conocidas.

¡Qué rico es el bacalao skrei! Y qué ricas son las verdinas, sin piel, tan suaves…hasta el color es bonito.

Yo pongo las verdinas a remojo la noche anterior aunque no todo el mundo lo hace, supongo que va en gustos; en mi casa unos 80 gramos por persona pero eso, ya sabéis, también va en opiniones, hay quien come más y quien come menos.

Necesitamos además un lomo de pescado de unos 350/400 gramos, para dos, para que sea plato único.

Media cebolla, una zanahoria, una hoja de laurel, sal y aceite de oliva virgen extra, tres o cuatro cucharadas.

Escurrimos las verdinas del agua del remojo, las ponemos en una pota con la zanahoria y el laurel, sin sal y cubiertas de agua fría; dejamos cocer despacio, siempre cubiertas de agua, añadimos más si hace falta, hasta que estén tiernas. No metemos en la pota ningún instrumento, cuchara o similar, para dar vueltas ya que se rompen con facilidad, simplemente meneamos la cazuela de vez en cuando.

Cuando estén cocidas sacamos la zanahoria, la trituramos con un poco de caldo y volvemos a la cazuela.

En una sartén con el aceite pochamos la cebolla y cuando esté blanda sin dorarse sellamos los trozos de bacalao un minuto por cada lado.

Lo agregamos a la cazuela, salamos y dejamos hervir despacio todo junto unos cinco minutos. Muy importante dejar reposar antes de servir y si tenéis un poco de perejil los picáis y se lo añadís en el último momento.