lunes, 29 de agosto de 2022

Paccheri rellenos de verduras.


 

¡Pasta! ¿Cuántas variedades de pasta hay? ¿Cuántas clases conocéis? Seguramente muchas.


En mi casa, la verdad es que casi siempre comemos las mismas, espaguetis, macarrones, canelones, lasaña…poco más. Cambiando las salsas y los acompañamientos tenemos gran variedad de recetas.


Hoy os traigo unos paccheri, que no sé porque no los hago más a menudo: son fáciles de rellenar y quedan muy “presentables”.


Esta receta es de aprovechamiento; coges esas pequeñas cantidades de “cosas” que te van quedando en la nevera, las picas, las juntas, las cocinas y ¡hala! comida de hoy solucionada.



Necesitamos:

Paccheri, entre 4 y 6 por persona.

Verduras variadas: ajo, cebolla, zanahoria, pimiento, brócoli o coliflor.

Champiñones.

1 cucharada de harina.

Leche.

Queso.

Sal, aceite de oliva y cúrcuma (optativa).


Empezamos haciendo un sofrito con las verduras que vayamos a utilizar; en dos cucharadas de aceite ponemos el ajo y la cebolla, cuando ablanda un poco la zanahoria y el pimiento.


Ahora los champiñones, bien limpios con un papel de cocina, sin mojarlos.


Por último el brócoli o la coliflor. El único requisito es picarlo todo muy menudo para que no sea necesario hervirlo antes,  para que pueda ir en crudo.


Cuando todo está al dente ponemos la harina y la rehogamos; añadimos la cúrcuma, si la usamos y vamos agregando la leche para conseguir una masa no tan espesa como para croquetas pero que nos permita rellenar. Recordad que al enfriar espesará un poco más.


Cocemos la pasta según las instrucciones del envase; escurrimos y cuando podamos manipularla sin quemarnos vamos rellenándola.


Rallamos un poco de queso por encima.


Si queréis servirlos calientes podéis gratinarlos durante unos minutos. Yo los serví del tiempo, no fríos. Los que me sobraron, por la noche, con unos minutos de microondas estaban también estupendos.



¿Comemos?

viernes, 26 de agosto de 2022

Chipirones rellenos en su tinta.


 

Una receta tradicional, en mi infancia receta de “domingo” o “día de fiesta”.

Fácil de hacer pero un poco laboriosa, con distintos pasos y con un orden que hay que tener en cuenta porque necesitamos que el relleno se enfríe, o al menos se temple, antes de utilizarlo.

Tengo que confesar que tuve ayuda: mi nieto, de diez años, se encargo de rellenar los chipirones, con una cucharilla y paciencia.  Es realmente un placer estar en la cocina mano a mano con una compañía tan especial.


Necesitamos:

6 chipirones por persona.

2 cebollas medianas.

1 tomate maduro.

3 ó 4 dientes de ajo.

1 pimiento verde italiano.

2 huevos cocidos (optativos).

2 bolsas de tinta congeladas.

Sal y aceite de oliva virgen extra.



Empezamos limpiando los chipirones; hay que vaciarlos, quitarles la pluma y lavarlos muy bien, debajo de chorro de agua,  por dentro para evitar que quede algo de arena.

Reservamos los tentáculos y las dos pequeñas aletas que serán parte del relleno.

Ahora hay que preparar el relleno: en una sartén con dos cucharadas de aceite freímos dos dientes de ajo y una cebolla, todo bien picadito; cuando esté pochado añadimos las aletas y los tentáculos, dejamos cocinar un par de minutos hasta que cambien de color.

Si vamos a poner huevo cocido en el relleno los picamos y los añadimos a la sartén; dejamos que todo se atempere.

Ahora preparamos la salsa: en una cazuela amplia ponemos otras dos cucharadas de aceite y sofreímos los dientes de ajo, la cebolla y el pimiento, a fuego suave y con una pizca de sal.

Cuando esté blando agregamos el tomate pelado y picado; dejamos que todo se cocine unos 10 minutos.

Trituramos la salsa.

Rellenamos los chipirones con la mezcla que teníamos preparada, sin llenarlos demasiado ya que menguan al cocinarlos y nos reventarían. 

La mejor manera es cogerlos con la mano izquierda y la abertura hacia arriba y con una cucharilla pequeña ir llenándolos. 

Los cerramos con un palillo.

Ponemos los chipirones en la salsa con la tinta desleída en ½ vaso de agua, salamos, tapamos y dejamos cocer entre 20/25 minutos.

Para servirlos les quité el palillo pero…no lo volveré a hacer; hay que sujetarlos con un tenedor y tirar del palillo; creo que mejor que cada comensal quite a los suyos.

Un acompañamiento muy adecuado es el arroz blanco pero también con patatas fritas, incluso con unos espaguetis al ajillo.



¿Comemos?

martes, 23 de agosto de 2022

Sopa fría de sandía y frutos secos.


Para hidratare, refrescarse y tomar vitaminas y minerales; en mí caso también para sustituir el pinchín de media mañana de queso o embutido con pan y caña por algo más ligero ¡hay que cuidarse!


También puede ser el entrante de la comida para saciarse disfrutando.



Necesitamos:

Sandía, zanahorias, pepino, ½ diente de ajo

(optativo), sal, aceite de oliva virgen extra y

frutos secos (pitas de calabaza, de girasol y nueces).


Las proporciones como más os guste.


Tan fácil como pelar, picar y triturar.


Salar al gusto y añadir un poco de aceite en crudo.


Acompañar con los frutos secos o con curruscos de pan tostado.


Servir bien fría.



¿Comemos?

sábado, 20 de agosto de 2022

Cucharillas de bacalao.


 

¡El  aperitivo!




Se hace en cinco minutos; bueno sin tener en cuenta el tiempo del desalado y del reposo, jajaja.

En todo caso es fácil y rico.

Necesitamos:

Un lomo de bacalao desalado.

Unos dientes de ajo.

Una guindilla cayena (optativa).

Aceite de oliva virgen extra.



Empezamos desalando el bacalao; en agua fría en la nevera durante…depende del grosor de la tajada. 


Para esta preparación no es necesario que sea del más grueso. Yo aproveché que desalaba más, para otra preparación y reservé un trozo.


Sí lo compráis en una tienda especializada os orientarán sobre el tiempo necesario. En general entre 36/48 horas, cambiando el agua cada 12 horas debería estar. Puede ser menos tiempo si es más delgado.


No necesita cocción porque al estar salado ya está cocinado; es como el jamón serrano, sardinas arenques...


Calentamos aceite en una sartén y freímos los dientes de ajo en láminas con la guindilla; cuando empiece a dorarse apartamos y dejamos templar.


Desmenuzamos el bacalao con la mano en trocitos o láminas; añadimos el aceite con ajo; damos unas vueltas para que todo se pringue bien y dejamos enfriar. Puede quedar en la nevera para el día siguiente.


Rellenamos las cucharillas y servimos.



¿Comemos?

jueves, 18 de agosto de 2022

Magdalenas de algarroba.

 


Es la primera vez que utilizo harina de algarroba y el resultado

no puede ser más satisfactorio. Y me refiero a su sabor y textura.

De sus valores nutricionales solo sé lo que he leído y parece

que son bastantes.

Quedaron unas magdalenas muy suaves y esponjosas, con

un ligero sabor a chocolate; el color de la harina también es

achocolatado pero no tanto como se ve en la magdalenas ya

que llevan una cucharada de cacao puro sin azúcar.


Con estas cantidades salieron 12 magdalenas

de aproximadamente 60 gramos.


Necesitamos:

3 huevos

120 gramos de leche entera.

90 gramos de azúcar.

100 gramos de aceite de girasol.

100 gramos de harina de trigo.

80 gramos de harina de algarroba.

½ sobre de levadura química, tipo Royal.

1 cucharada de cacao puro sin azúcar.

1 pizca de sal.


Empezamos batiendo muy bien los huevos y el azúcar; vamos 

añadiendo los ingredientes líquidos y seguimos batiendo, el  aceite y la leche.

Mezclamos en un bol los ingredientes sólidos, harina de trigo, de algarroba, sal, levadura y cacao.


Los vamos agregando a la masa líquida 

en tres veces, integrando bien antes de añadir más.


Calentamos el horno a 180º.


Rellenamos las cápsulas de papel colocadas en cápsulas

rígidas, de silicona o metálicas; la masa es más bien líquida

por lo que necesita envases rígidos.


Horneamos hasta que al pincharlas salga la brocheta seca; las mías tardaron 12 minutos.


Las colocamos en una rejilla para que se enfríen y no os

preocupéis de buscar una lata para guardarlas

¡desaparecerán!




¿Comemos?

 

 


domingo, 14 de agosto de 2022

Bacalao al horno.


Comida de domingo; bueno del día que tengáis “valor” para encender el horno. Entre el calor y el precio de la electricidad hay que pensárselo dos veces pero el resultado merece la pena.

Como fácil es muy fácil de hacer y si os gusta el bacalao lo vais de disfrutar mucho.

Necesitamos planificarlo con antelación; como siempre que tenemos que desalar el bacalao la receta “empieza” unos días antes. 



Necesitamos:

Lomos de bacalao salado.

Patatas, cebolla, dientes de ajo y tomate.

Sal, aceite de oliva virgen extra, pimentón dulce, pimienta negra y guindilla (optativa).


Empezamos lavando y poniendo a desalar el bacalao en agua fría en la nevera; tendremos que cambiarla cada 24 horas para evitar que se sature de sal. Dependiendo del grosor de las tajadas tardarán más o menos días, yo lo tuve tres.

Pelamos las patatas y, con una mandolina o a cuchillo, las partimos en rodajas finas.

Partimos tantas rodajas de cebolla y de tomate pelado como trozos de pescado tengamos, de un grosor como de 1 centímetro.

En una fuente de horno ponemos una cucharada de aceite y la extendemos.

Colocamos las patatas, encima la cebolla y sobre ella el tomate. Salamos ligeramente y ponemos un poco de pimienta. Regamos con aceite.


Lo metemos la fuente en el horno, cubierta con papel de aluminio y asamos hasta que esté todo hecho; yo lo tuve cuarenta minutos a 180º.

 

En una sartén con un poco de aceite sellamos los trozos de bacalao un minuto por cada lado. Reservamos.






Cuando las verduras estén hechas ponemos el bacalao y lo dejamos en el horno cinco o seis minutos.

Mientras en la sartén donde sellamos el bacalao, con un poco más de aceite, ponemos los dientes de ajo y la guindilla. Cuando el ajo esté  dorado apartamos del calor y añadimos el pimentón.

Sacamos la fuente del horno y regamos con el contenido de la sartén.



¿Comemos?


Esta receta está inspirada en la de “Salmón a lo Bosch” que publicó el blog: los domingos cocino yo”


jueves, 11 de agosto de 2022

Albóndigas con salsa de sidra y avellana.



Hoy tocan albóndigas asturianas; no es que en otros sitios no tangáis sidra y avellanas, que seguro que sí, pero estos dos productos, entre otros, definen Asturias.

La sidra para las espichas, las “fiestas de prao”, para compartir un culín con cualquier disculpa.

Los avellanos son muy frecuentes en la zona oriental de Asturias y muchos de nuestros dulces llevan este ingrediente.

Necesitamos:

500 gramos de carne de ternera, picada a máquina una sola vez.

1 huevo.

2 dientes de ajo.

Miga de pan atrasada y leche.

Pimienta negra y sal.

Harina.

 

Para la salsa:

1 cebolla.

½ botella de sidra.

½ vaso de agua.

2 cucharadas colmadas de avellanas molidas.

Aceite de oliva virgen extra.


Empezamos preparando la carne. Compramos carne de guisar, de buena calidad y pedimos en la carnicería que nos la piquen; esto siempre es mejor que adquirir la que ya tienen picada.


La ponemos en un bol y añadimos un huevo entero, los dientes de ajo picados muy menudos o machacados en el mortero, la miga de pan empapada en leche y bien escurrida, pimienta negra y sal.


Dejamos reposar en la nevera al menos 1 hora.


Hacemos las albóndigas y las rebozamos en harina, sacudiendo bien el sobrante; a mí me salieron 18 albóndigas de unos 30 gramos aproximadamente (pesé dos por curiosidad, jajaja).


En una cazuela amplia, donde quepan sin superponerse, ponemos dos o tres cucharadas de aceite y las freímos, simplemente para sellarlas y que cojan un color tostado, se terminan de hacer en la salsa.


Las sacamos a un plato y reservamos.


En la misma cazuela ponemos la cebolla picada con un poco de sal y dejamos que se poche despacio.


Subimos el calor y añadimos la sidra, dejamos un minuto que se evapore; agregamos el agua y trituramos.


Volvemos a poner las albóndigas y dejamos hervir despacio unos cinco minutos; será suficiente para que terminen de hacerse ya que son pequeñas y además las hemos frito.


Añadimos las avellanas trituradas, aunque sin hacerlas totalmente harina, pueden tener pequeños trocitos, tapamos y dejamos reposar antes de servir.


Las avellanas “engordarán” la salsa y aportarán un rico sabor, además de sus nutrientes.



¿Comemos?

lunes, 8 de agosto de 2022

Bonito en salsa de cebolla y cúrcuma.


Necesitamos:

Una rodaja de bonito fresco.

Para la salsa:

2 dientes de ajo.

1 cebolla grande.

1 pimientos verde italiano.

1 tomate maduro.

½ vaso de vino blanco.

Sal, aceite de oliva virgen extra.

½ cucharilla de cúrcuma.



Empezamos preparando la salsa de cebolla: Cubrimos el fondo de una cazuela con aceite y añadimos los ajos, la cebolla y el pimiento, todo picado, con un poco de sal y la cúrcuma. Cocinamos a fuego lento durante unos diez minutos.

Pasado ese tiempo pelamos el tomate, lo partimos y lo añadimos. O lo rallamos, como os sea más cómodo.

Subimos el fuego a agregamos el vino blanco; dejamos un minuto para que evapore el alcohol,  tapamos de dejamos cocinar a fuego lento otros diez minutos.

Trituramos la salsa y reservamos caliente.

Hacemos la raja de bonito en la plancha bien caliente, después de salarla, durante un minuto por cada lado, solamente para sellarla, se terminará después en la salsa. Sacamos.

Quitamos la piel y la espina central y la partimos en cuatro trozos.

Los ponemos en la salsa caliente y dejamos que se cocinen despacio cuatro o cinco minutos; depende del grosor de las tajadas pero en todo caso poco tiempo para que no se seque.

Servimos.




¿Comemos?


miércoles, 3 de agosto de 2022

Paté de sardinas.


 

Para un aperitivo, para unas tostas, para la merienda de los niños (o mayores), para una cena de picoteo, para lo que queráis.

Se hace en un momento, con pocos ingredientes, está muy rico, es nutritivo y sano ¡qué más se puede pedir!

Único requisito, en mi opinión, es usar una buena conserva, en aceite de oliva y sardinillas pequeñas para que no se note la espina.

El toque de los encurtidos creo que le va muy bien pero también con un poco de cebolleta picadita o aceitunas verdes.



Necesitamos:

1 lata de sardinillas en aceite.

50 gramos de queso crema.

Pepinillos y alcaparras en vinagre.

Sal.

Es tan fácil como poner las sardinillas en un bol, sin el aceite de la conserva.

Con un tenedor las machacamos.

Partimos muy menudos los pepinillos y las alcaparras ¿la cantidad? a vuestro gusto.

Ponemos el queso crema y el picado de encurtidos con las sardinas y mezclamos hasta conseguir una mezcla homogénea.

Añadimos una cucharada del aceite de la lata, unas piedras de sal gorda y adornamos con unas alcaparras.

Servimos con pan tostado, si es para el aperitivo y…copita de vino blanco o cerveza.



¿Comemos?


lunes, 1 de agosto de 2022

Crema de arándanos.


 


Un postre fresco y saludable. Se hace con antelación para que se cuaje bien.

Si lo hacéis individual necesita menos tiempo pero se puede hacer en un molde y partir.

Si lo hacéis con nata y con yogur griego, serán más calorías, más grasa pero quedará igualmente muy rico. 

Yo lo hice con leche evaporada y con yogur  natural casero dejé escurrir sobre con colador para que perdiera el suero.


Necesitamos para cuatro:

160 gramos de arándanos.

50 gramos de azúcar.

200 ml de leche evaporada.

1 yogur natural.

2 hojas de gelatina.


Empezamos poniendo la gelatina en agua fría para que se hidrate.

Lavamos los arándanos y, con la humedad que tienen de lavarlos, les añadimos el azúcar.

Los ponemos a fuego suave para que el azúcar se derrita y los arándanos ablanden. Se formará un jarabe de un precioso color morado, algunos arándanos se desharán y otros quedarán enteros.

Agregamos la leche evaporada y cuando empiece a hervir apartamos del calor y añadimos las hojas de gelatina bien escurridas; se desharán al momento.

Dejamos templar unos cinco minutos y agregamos el yogur. Revolvemos para homogeneizar la mezcla y lo pasamos a los recipientes en que vayamos a servirlo.

En cuanto esté frío lo dejamos en la nevera como mínimo unas dos horas aunque también pode ser para el día siguiente.

Con estas cantidades salen cuatro raciones “justas” si sois golosos ¡haced un poco mas, no sobrara nada!



¿Comemos?