sábado, 26 de febrero de 2022

Bacalao con alcachofas.


 

Iba a llamar esta receta “bacalao con alcachofas, en salsa verde” pero ¿verde? Estoy acostumbrada a que en el pueblo solo hay que salir y coger el perejil y cuando cocino en la ciudad pues no me acuerdo casi nunca de comprarlo.

Pero vosotros, más previsores, ponedle perejil.

La salsa verde es una de las más fáciles de hacer, y el pescado cocinado de esta manera queda muy rico. Además admite algunas variantes o acompañamientos para completarla, por ejemplo añadir guisantes, pimiento asado, espárragos, incluso unas patatas panaderas.

Necesitamos para dos:

1 cebolla mediana.

2 ó 3 dientes de ajo.

2 tajadas de bacalao fresco, de unos 200 gramos cada una.

12 alcachofas pequeñas congeladas.

1 cucharada de harina.

½ vaso de vino blanco.

½ vaso de caldo de pescado.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Perejil.

Empezamos pochando a fuego lento los dientes de ajo y la cebolla, con un poco de sal y dos o tres cucharadas de aceite, hasta que esté transparente; serán unos 12/15 minutos.

Agregamos la cucharada de harina, damos unas vueltas y cocinamos un par de minutos para quitar el sabor a harina cruda.

Subimos el fuego y ponemos un poco de vino blanco, evaporamos el alcohol.

Ahora ponemos el pescado, con la piel hacia abajo, las alcachofas y el caldo de pescado; tapamos la cazuela y dejamos que se cocine a calor moderado durante unos 10 minutos, dependiendo del grosor de las tajadas.

En principio no pongáis demasiado caldo ya que el bacalao fresco suele soltar su propio jugo. Si es necesario añadís más a media cocción.

De vez en cuando meneamos un poco la cazuela para evitar que se pegue el pescado al fondo.

Probamos de sal; apartamos de fuego y… espolvoreamos con el perejil fresco picado.

   ¿Comemos o qué?

 

miércoles, 23 de febrero de 2022

Salsa de avellanas, con escalopes.




Hoy la protagonista es la salsa. 




En este caso nos sirve para acompañar unos escalopes de ternera rebozados con harina y huevo pero para cualquier otra carne ya sea a la plancha o frita, empanada o no; un solomillo, una pechuga de pollo, lomo de cerdo…lo que os guste.

La he probado también con zanahoria, coliflor, brócoli y la verdad es que “anima” mucho a unas simples verduras hervidas.

Necesitamos:

Dos dientes de ajo.

½ cebolla grande o una mediana.

Unas hebras de azafrán.

½ vaso pequeño de vino blanco.

½ cucharilla de harina de maíz blanco (maicena).

Avellanas tostadas y trituradas, harina. Yo puse 25 gramos para estas cantidades.

Sal.

Aceite de oliva virgen extra.

 

Filetes de ternera.

Harina y huevo batido.

Sal y pimienta.

 

Brócoli u otra ensalada verde.

Empezamos preparando la salsa: si tenemos las avellanas enteras las tostamos, sin que cojan mucho color y las trituramos; también se pueden comprar ya trituradas y ahorramos algo de trabajo.

En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y vamos añadiendo primero el ajo y enseguida la cebolla, con sal, todo picado muy menudo. Lo dejamos cocinar lentamente hasta que la cebolla esté blanda y transparente. Unos diez minutos.

Agregamos el azafrán tostado y la harina de avellanas, damos unas vueltas y dejamos un minuto.

Ponemos el vino blanco, mejor que esté del tiempo para que no enfríe mucho la preparación; evaporamos el alcohol.

Diluimos la maicena en un poco de agua, lo añadimos y lo dejamos cocer despacio cuatro y cinco minutos.

Si nos queda muy espeso (al enfriar espesará algo más) añadimos más agua y seguimos cocinando. Dejadla en el punto de espesor que os guste.

Probamos de sal.

Mientras se hace la salsa adobamos con sal y pimienta los filetes, partidos en trozos medianos de unos 75/80 gramos; los pasamos por harina y por huevo batido y los freímos.

Preparamos la ensalada de acompañamiento.


¿Comemos o qué?



jueves, 17 de febrero de 2022

Sopa de cebollas con coles de Bruselas.


Una sopa nutritiva, muy barata y sobre todo muy fácil y rápida de hacer. Además se hace con pocos ingredientes, de esos que siempre hay en casa.

Muy recomendable si estás acatarrado porque al llevar mucha cebolla es muy hidratante.


Necesitamos para dos raciones:

10 coles de Bruselas, dependiendo del tamaño puedes poner más o menos.

2 cebollas medianas.

Caldo de verduras.

Pan.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos pelando y partiendo las cebollas en juliana fina; las rehogamos en una pota con dos cucharadas de aceite y sal, a fuego suave, hasta que empiezan a ablandar, sin que lleguen a coger mucho color.

En ese punto ponemos las coles, a las que hemos cortado previamente el tallo y quitados las hojas exteriores que suelen estar más deterioradas. Es mejor partirlas al medio, ya que enteras pueden ser demasiado grandes para tomar en una cucharada.

Seguimos rehogando unos minutos, tres o cuatro, dándoles vueltas y añadimos el caldo de verduras caliente.

Dejamos cocer despacio hasta que todo está tierno.

Probamos de sal.

Mientras se hace la sopa freímos unos trocitos de pan para servir en el último momento por encima.


¿Comemos o qué?


 

martes, 15 de febrero de 2022

Puerros braseados con avellanas.


Estamos acostumbrados a usar el puerro en sofritos, caldos, guisos…siempre como compañero de lujo de otros ingredientes.

Hoy le vamos a dar el papel protagonista a esta humilde hortaliza, ya sea como acompañamiento, sustituyendo a la ensalada o como primer plato.

La receta en si es muy sencilla: consiste, fundamentalmente, en dorar muy bien los puerros y. después, brasearlos* lentamente hasta que estén tiernos. Los acompañamos con unas avellanas tostadas.

La receta de estos puerros está inspirada en una de Gordon Ramsay.


Necesitamos:

Puerros, uno por persona.

2 dientes de ajo.

1 vaso pequeño de vino blanco.

Aceite de oliva virgen extra.

Un trocito de mantequilla.

Avellanas.

Sal y perejil.

Empezamos limpiando bien los puerros, quitando la parte verde y partiéndolos en trozos del mismo tamaño.

Ponemos en una cazuela, baja y amplia, dos cucharadas de aceite y cuando esté caliente ponemos los puerros, sin amontonarse, en una sola capa y dejamos que se doren, por todos los lados, dándoles vueltas. Salamos.

Cuando estén dorados ponemos encima trocitos de mantequilla, que se desharán con el calor y los dientes de ajo enteros.

Subimos el calor y añadimos el vino; dejamos evaporar y tapamos la cazuela.

Dejamos que se cocinen a fuego bajo hasta que estén tiernos, que pueden ser entre 15 y 20 minutos, dependiendo del grosor.

Servimos con las avellanas tostadas partidas en trozos irregulares y perejil picado (que no está en la foto porque me acordé después de hacerlas.)

*brasear: cocinar un alimento en su propio jugo, lentamente.


¿Comemos o qué?

 

 

jueves, 10 de febrero de 2022

Bocadillo de revuelto de anchoas frescas y piquillos.


 

Bocadillo caliente con revuelto de anchoas frescas (bocartes) y piquillos, una mezcla para chuparse los dedos.


Hay que poner, eso sí un buen pan y no pasarse en la cocción de los ingredientes; todo lo que lleva el bocadillo se cocina en muy pocos segundos y si lo sobre cocemos nos quedará seco. Por eso conviene tenerlo todo preparado antes de empezar.

Si no queréis tomar bocadillo servidlo sobre una tosta de pan de hogaza o, incluso, en el plato con una ensalada.

Necesitamos para cada bocadillo pequeño:

Un bollo de pan. El mío es de mezcla de trigo y centeno y pesa 85 gramos.

1 huevo.

2 pimientos del piquillo asados, en conserva.

4 bocartes o anchoas frescas.

1 ó 2 dientes de ajo.

1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y sal.

Empezamos quitando la tapa al bollo y retirando la miga para dejar un hueco amplio.

Limpiamos las anchoas. Quitamos las tripas, la cabeza y la cola; retiramos la espina y separamos los dos lomos, como para preparar bocartes en vinagre. Esto quizás os lo hagan en la pescadería pero no es difícil hacerlo en casa.

Pelamos y picamos los dientes de ajo.

Cortamos los pimientos en tiras.

En una sartén ponemos una cucharada de aceite con el ajo; en cuanto empiece a “bailar” añadimos los lomos de anchoa y las tiras de pimiento y salteamos unos segundos. En cuanto el pescado empiece a cambiar de color ya está.

Agregamos el huevo, ligeramente batido, sazonamos con sal y lo cuajamos al punto que nos guste.

Rellenamos los bollos y servimos calientes.

¿Comemos o qué?

martes, 8 de febrero de 2022

Patatas y lombarda.


 

Para guarnición de un plato de carne, en lugar de la típica ensalada o como primer plato. Lo que más os apetezca.



Necesitamos para dos:

6 patatas pequeñas o 2 medianas.

400 gramos de col lombarda.

1 cebolla mediana.

Un puñado de uvas pasas.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos lavando muy bien las patatas porque las vamos a cocer con piel; las ponemos en un cazo con agua fría y sal y las cocemos hasta que estén tiernas. Yo las pincho con una brocheta de madera y si la patata se cae es que ya está cocida.

Escurrimos y pelamos cuando enfríen lo suficiente para no quemarnos. Reservamos.

Mientras, picamos la cebolla y la ponemos en una cazuela con dos cucharadas de aceite, a fuego moderado para que empiece a ablandarse.

Cortamos la lombarda, en tiras, después de quitarle las hojas más exteriores que pueden estar dañadas y el tronco central. La lavamos bajo el chorro de agua fría.


La añadimos a la cebolla, damos unas vueltas, tapamos y dejamos que se rehogue en su propio jugo, sin añadir nada de agua, unos 10 ó 12 minutos.

Probamos, si necesita más tiempo la dejamos unos minutos más; debe quedar tierna pero no demasiado blanda.

Agregamos la uvas pasas.

Partimos las patatas al medio, si son pequeñas o en rodajas si son grandes. En una sartén ponemos una cucharada de aceite y a fuego fuerte doramos las rodajas de patata.

Servimos la lombarda con las patatas.


¿Comemos o qué?

miércoles, 2 de febrero de 2022

Tortilla de alcachofas y pimientos asados.


 

Las tortillas son una estupenda solución para hacer una cena rápida, sencilla, muy nutritiva y que se puede adaptar al gusto de todo el mundo; la de hoy la podríamos llamar “de la huerta” porque su relleno es con vegetales que, incluso, pueden ser en conserva con lo que acortamos mucho el proceso.

Pero las tortillas admiten casi, casi cualquier relleno: con pescado, bacalao, merluza, langostinos…, con carne, jamón, lacón, morcilla, chorizo…. con setas, con queso, con todo tipo de vegetales…incluso tortillas dulces.

Y, para mí la reina de las tortillas: ”tortilla de patatas, con cebolla”

Son muy útiles para gastar esos restos que nos quedan en la nevera y no tirar nada (es pecado, me decían a mí de pequeña y, sin entrar en materia religiosa, un poco de pecado sí que es).

Los huevos siguen siendo un producto no caro, incluso comprándolos ecológicos y nos aseguramos un producto de más calidad.



Necesitamos para una tortilla:

2 huevos medianos.

6 alcachofas pequeñas o 3 más grandes.

Pimiento rojo asado.

2 dientes de ajo.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Acompañamiento: ensalada de tomate pelado y pepinillos en vinagre.

Empezamos preparando las alcachofas: en una sartén con una cucharada de aceite freímos los dientes de ajo picados menudos; antes de que cojan calor ponemos las alcachofas. Si son en conserva las escurrimos bien y las partimos en dos o en cuatro trozos; ponemos una pizca de sal y dejamos que se cocinen cuatro o cinco minutos.

Las  congeladas pequeñas también se cocinarán en siete u ocho minutos de la misma manera, puestas directamente congeladas.

A mitad del proceso ponemos los pimientos asados cortados en tiras.

Batimos los huevos con su sal.

En otra sartén ponemos una cucharada de aceite a calentar; añadimos el huevo y dejamos que se cuaje, sin darle la vuelta; quedará un poco jugoso por la cara de arriba.

La pasamos a un plato y sobre una mitad ponemos el relleno; tapamos.

Para acompañar una ensalada de tomate y pepinillos en vinagre o cualquier otra que os guste.


¿Comemos o qué?