domingo, 30 de abril de 2023

Hojaldres con berenjena y queso de cabra.

El hojaldre no es, ni mucho menos el ingrediente más saludable del mundo; mucha, mucha mantequilla y si no miramos bien la etiqueta incluso nos encontramos con el aceite de palma. Así que creo que es para un consumo ocasional.

Los pastelitos de hojaldre son, casi siempre, un éxito. Pueden llevar los rellenos más variados por lo que es fácil que todo el mundo encuentre algunos que le gusten.

También podemos jugar con el tamaño: pequeñitos, de bocado, son perfectos para el aperitivo; un poquito más grandes, como los que yo he hecho hoy, para la cena, con una ensalada.

Con relleno dulce, crema pastelera, cabello de ángel, compota de manzana… pueden ser el desayuno especial del fin de semana.

Hoy llevan un jugoso relleno de berenjena y cebolla con un poco de queso de rulo.

Necesitamos:

1 plancha de hojaldre.

Para el relleno: 1 cebolla, 1 berenjena, ½ pimiento verde y queso de rulo de cabra.

Sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen.

Empezamos pochando a fuego suave, en dos cucharadas de aceite de oliva, la cebolla y el pimiento, con una pizca de sal.

Lavamos la berenjena, la pelamos y la partimos en cubitos pequeños; cuando la cebolla esté trasparente agregamos la agregamos, ponemos sal y dos o tres cucharadas de agua; tapamos y dejamos que se cocine. Damos unas vueltas de vez en cuando para que no se pegue al fondo.

Cuando el sofrito esté ponemos la pimienta, retiramos del calor y dejamos que enfríe.

Calentamos el horno a 190º/200º, calor arriba y abajo.

Sacamos el hojaldre de la nevera y lo partimos en trozos regulares; el tamaño el que os guste lo importante es que sean todos iguales. Yo hice seis trozos rectangulares.

En un extremo ponemos una cucharada del sofrito, encima un trocito de queso y cerramos doblando el extremo opuesto.



Los horneamos hasta que estén dorados pero no menos de 20/25 minutos ya que el hojaldre debe cocinarse.

Los sacamos a una rejilla y los servimos templados. Lo mejor es comerlos en el momento aunque a mí me sobraron dos y al día siguiente con un golpe de horno estaban también estupendos.


jueves, 27 de abril de 2023

Potaje de garbanzos con albóndigas y verduras.


En uno de esos paseos por la red, que me doy de vez en cuando, “fisgué” un blog muy interesante que hablaba de las “recetas de fin de mes”. Siento muchísimo no recordar qué blog era, algo que me pasa mucho porque tengo la mala costumbre de no guardar un enlace.

Bueno a lo que voy: “receta de fin de mes”. Esta, creo que es una de esas recetas de fin de mes, cuando la economía ya anda un poquito más ajustada. Aunque, desde luego, es tan sabrosa, sana, completa y nutritiva que merece un puesto en nuestro recetario del día a día.



Necesitamos:

Garbanzos, unos 60 gramos por ración.

Verduras: ajo, cebolla, zanahoria y calabacín.

Para las albóndigas: carne picada, de ternera o mezcla, pero siempre recién picada, ajo, miga de pan, leche, un huevo, sal y pimienta negra.

Sal, aceite de oliva virgen, harina, laurel y pimentón dulce.

Empezamos poniendo a remojo los garbanzos la noche anterior a cocinarlos. Por la mañana los escurrimos y los cocemos simplemente en agua con una hoja de laurel y sal. Cuando estén tiernos los reservamos calientes.

Mientras se cuecen los garbanzos preparamos las albóndigas: adobamos la carne con ajo machacado, un huevo entero, la miga de pan remojada en leche y bien escurrida, sal y pimienta negra. Formamos las albóndigas; las pasamos por harina y las freímos. Reservamos.

Hacemos el sofrito: en una cazuela amplia ponemos dos o tres cucharadas de aceite y sofreímos a fuego suave el ajo, la cebolla y la zanahoria, todo picado menudo, con sal; cuando esté blando agregamos el calabacín, pelado si no es ecológico, y dejamos que se cocine dos o tres minutos. Ponemos el pimentón, damos unas vueltas y apartamos del fuego.

Ya solo nos queda juntar las distintas preparaciones: en la cazuela del sofrito añadimos los garbanzos con parte del caldo de cocerlos, más o menos dependiendo de lo caldoso que nos guste el guiso, y las albóndigas fritas. 

Dejamos que todo hierva junto, a fuego suave unos cinco minutos.

Reposar unos minutos y servir.

Puede parecer una receta laboriosa pero…los garbanzos pueden ser de bote (yo nunca los he usado por lo que no me atrevo a opinar) o también podemos cocer bastantes y tener congelados, en raciones, que es mi opción. 

Las albóndigas, el día que nos ponemos hacemos de más y congelamos. Si las tenemos congeladas con salsa podemos ¡incluso! ahorrarnos hacer el sofrito: solo descongelar, juntar, cocer todo unos minutos y servir.

Bueno, hay que tirar de congelador y… comida resuelta.

Espero que la idea os sirva, al menos para entreteneros leyendo, jajaja.



domingo, 23 de abril de 2023

Quiche de espinacas y tomates.



1. m. f. Pastel hecho con una base de pasta sobre la que se pone una mezcla de huevosleche y otros ingredientes y se cuece al horno.

Día del libro.

Apenas unos minutos después de probar la quiche sintió un fuerte dolor de estómago…pronto llegaron los vómitos…la vista se le nubló…

Fue lo último que sintió.

Seguro que con esta quiche no te pasará lo mismo; todo lo más será un deseo irrefrenable de seguir probando.

Necesitamos:

Una masa de hojaldre.

Un manojo de espinacas frescas.

Unos tomates cherris.

3 huevos, a temperatura ambiente.

1 envase de 200 ml de leche evaporada.

1 yogur natural.

Sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra.



Empezamos horneando la masa de hojaldre; forramos un molde, mejor desmontable con el hojaldre, pinchamos la base y sobre un papel de horno ponemos unas legumbres (garbanzos o alubias) y horneamos a 180º durante unos 10 minutos. Se trata de un primer horneado se termina después con el relleno.

Relleno: Cocinamos las espinacas en una sartén con una cucharada de aceite y sal hasta que pierdan el agua, unos tres o cuatro minutos. Reservamos para que enfríen.

Batimos los huevos con el yogur; añadimos la leche evaporada y seguimos batiendo hasta homogeneizar la mezcla; ponemos sal y pimienta negra.

Agregamos las espinacas y mezclamos.

Ponemos esta mezcla sobre el hojaldre.

Lavamos los tomatitos, los partimos a la mitad y los repartimos sobre el pastel.

Horneamos a 180º entre 15 y 20 minutos, hasta que al pinchar salga el palillo limpio.

Se sirve caliente o templado.

 

viernes, 21 de abril de 2023

Socca (crepe de harina de garbanzos) con brócoli y pimiento.

Según la wikipedia “la socca es una especialidad culinaria del sureste de la ciudad de Niza. Sus ingredientes principales son harina de garbanzos y aceite de oliva, es muy similar a la farinata italiana. Se prepara en forma de crêpe,… se elabora con pimienta negra abundante y se suele comer bien caliente con los dedos.”

Os cuento esto porque, si como yo, no estáis familiarizados con este plato (yo es la primera vez que lo preparo) explicaros en pocas palabras en qué consiste.



Necesitamos para cada crepe:

Harina de garbanzos, 50 gramos.

Agua, 100 gramos. Encontré en distintas recetas proporciones diferentes yo puse el doble que de harina y después del reposo la masa estaba perfecta para hacer la crepe.

1 cucharada de aceite de oliva virgen extra, para la masa. Y un poco más para untar la sartén.

Pimienta negra y sal.

Acompañamiento: pimiento rojo y brócoli.

Empezamos preparando la masa; como para cualquier crepe hay que hacerla con antelación porque tiene que reposar.

Ponemos la harina de garbanzo en un bol con sal y pimienta negra; mezclamos bien.

Añadimos el agua y el aceite, revolvemos hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos.

Dejamos reposar como mínimo treinta minutos; yo lo dejé una hora aproximadamente.

Mientras reposa la masa preparamos el acompañamiento: escaldamos durante dos o tres minutos el brócoli en agua con sal, escurrimos y reservamos; en una sartén con una cucharada de aceite freímos el pimiento rojo en trocitos; añadimos el brócoli y salteamos a fuego alto durante unos minutos para que quede tierno pero con un punto crujiente.

Calentamos muy bien una sartén (la mía de 24 centímetros) y la untamos con una cantidad mínima de aceite; ponemos la cantidad necesaria de masa para cubrir el fondo de la sartén pero que nos quede una crepe fina; dejamos que se haga, un par de minutos, por un lado y le damos la vuelta.



Las mantenemos calientes hasta terminar la masa.

Las servimos con el acompañamiento.

 

sábado, 15 de abril de 2023

Salmón a la plancha, con pimiento asado y verduras.


 

Receta muy sencilla pero que lleva algo de tiempo, sobre todo asar el pimiento y pochar las verduras. Si tenemos ese paso adelantado hacer el salmón a la plancha son unos pocos minutos.

Tanto el salmón como las verduras son productos muy saludables, que forman parte de la dieta mediterránea.

Podemos “estropear” un poco el menú con un postre dulce, jajaja.



Necesitamos por ración:

Salmón, entre 180/200 gramos.

½ pimiento rojo asado.

Verduras: yo puse ajo, cebolla, zanahoria y calabacín. En otras ocasiones pongo espárragos verdes a la plancha, judías verdes o alcachofas al ajillo.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos lavando bien el pimiento rojo; lo secamos y untamos con una capa ligera de aceite de oliva. Lo ponemos a asar en el horno a 170º y le damos vuelta de vez en cuando para que se haga por todas partes.

Yo como lo usé de “recipiente” para poner las verduras pochadas no lo asé demasiado sólo lo suficiente para poder pelarlo pero conservando en parte su textura.

Otra forma de asarlo, si no queréis encender el horno, es ponerlo en una sartén a calor medio, untado con aceite y dándole igualmente vueltas. También quedan muy bien y se controla el punto de asado con facilidad.

Pelamos el pimiento y lo partimos, a lo largo, en dos mitades. Reservamos.

En otra sartén con dos cucharadas de aceite vamos pochando el resto de las verduras picadas; primero el ajo, después la cebolla y la zanahoria; cuando empiecen a ablandar ponemos el calabacín y subimos un poco el calor para que no suelte todo el agua y quede un poco tostado.

Por último preparamos el salmón; yo usé lomo sin piel y partido en lonchas no muy gruesas. Mi pequeño truco es tenerlo congelado, lo saco y antes de que descongele totalmente lo parto; así me resulta mucho más fácil de partir que cuando está a temperatura ambiente.

Lo hacemos con la plancha bien caliente, dependiendo el grosor unos dos minutos por cada lado.

Emplatamos poniendo el medio pimiento asado, con un poco de aceite de oliva virgen extra y unas piedras de sal gruesa, encima las verduras pochadas, acompañando al salmón a la plancha.

Servimos.

martes, 11 de abril de 2023

Huevos cocidos con salsa de espárragos verdes.


Por fin hoy podía cenar sola, por fin un día que no tendría que estar toda la mañana y media tarde rodeada de pucheros, sartenes, moldes de horno…

La semana había resultado agotadora; todos en casa, todos de vacaciones, todos con un apetito feroz y todos esperando ver en la mesa su plato favorito.

Croquetas y lasaña que pidieron los peques, sopa, con ese caldo tan rico, petición del abuelo, cordero al horno, que a mí no me sale igual, arroz con cosas, que lo tuyo no es paella, pidieron y rieron todos…

¡Por fin!

Abrió el frigo decidida a coger dos huevos para hacerse un rápido, sencillo y humilde revuelto pero…desde el fondo de la última balda la miraba ese olvidado manojo de espárragos y no pudo resistirse.

En realidad ¿qué importaba un ratito más en la cocina?


Necesitamos para dos:

3 ó 4 huevos.

Un manojo de espárragos verdes.

½ cebolla mediana.

1 cucharilla de harina.

¼ de cucharilla de cúrcuma (optativo) o unas hebras de azafrán.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos cociendo los huevos durante 10 minutos; dejamos enfriar y pelamos. Reservamos.

Mientras se cuecen los huevos preparamos la salsa: picamos la cebolla muy menuda y la ponemos a fuego suave con dos cucharadas de aceite y una pizca de sal para que se vaya pochando, sin que llegue a coger color.

Quitamos los extremos, que son muy duros, a los espárragos, los partimos en rodajas de 1 cm aproximadamente y los escaldamos en agua hirviendo con sal un par de minutos; las puntas las ponemos solamente los 30 segundos finales.

Cuando la cebolla esté blanda ponemos la cúrcuma (o el azafrán) y la harina, revolvemos y dejamos que se cocine durante 1 minuto; agregamos los espárragos y un poco del agua de cocerlos.

Dejamos hervir despacio y añadimos más agua de la cocción hasta dejarla en el punto de espesor que nos guste.

Comprobamos que los espárragos estén tierno y el punto de sal; rectificamos si hace falta.

Partimos los huevos en mitades o cuartos y cubrimos con la salsa bien caliente.

Servimos.


sábado, 1 de abril de 2023

Pisto con huevo y chorizo.


Las fotos es lo único que no es bueno en este plato. De noche, con luz artificial y prisa para que no se enfriara no supe hacer otra cosa.

Pero el plato es riquííísimo. Palabrita de niña de colegio de monjas. Bueno, quizá no es la mejor referencia.

Vamos a lo importante.

El plato es un “pisto” hecho a mi manera (es decir, lo que había en la nevera) con vino tinto que le da color y sabor, huevo con la clara cuajada y la yema prácticamente cruda y unas rajitas de un buen chorizo.



Necesitamos para dos raciones:

Para el pisto: cebolla, pimiento rojo, calabacín, zanahoria, tomate natural triturado y ½ vaso de vino tinto.

Aceite de oliva virgen extra y sal.

Además: 1 huevo por persona y unas rodajas de chorizo ibérico, la cantidad al gusto.

Empezamos preparando el pisto. Ponemos dos o tres cucharadas de aceite en una sartén o en una cazuela baja y amplia y vamos pochando la cebolla, con una pizca de sal, a fuego suave. 

Cuando esté trasparente añadimos la zanahoria picada muy pequeña para que se haga bien; seguimos cocinando.

Pelamos el pimiento rojo y lo partimos menudo; lo añadimos y seguimos cocinando.

Después de tres o cuatro minutos ponemos el calabacín; si es ecológico no es necesario pelarlo, solamente lavarlo, si no lo pelamos, partimos pequeño y subimos el calor, mezclamos bien y cocinamos dos o tres minutos más antes de añadir el tomate natural triturado y el vino.

Salamos y cocinamos hasta que esté espeso y todas las verduras tiernas.

Separamos  las claras de las yemas y estas las reservamos. Batimos las claras como para hacer una tortilla y las añadimos muy despacio, en forma de hilo sobre el pisto a la vez que damos vueltas; así conseguimos que no nos queden trozos grandes de clara sino que se cuaje en partículas muy pequeñas.

Solamente nos queda poner las rodajas de chorizo y las yemas, con cuidado que no nos rompan; tapamos y apartamos del calor.

Así conseguimos que solamente se cuaje la superficie quedando la yema líquida.


En el momento de servir regamos la yema con aceite crudo y... disfrutamos.