jueves, 27 de octubre de 2022

Sopa de lentejas rojas con verduras.

Un gran descubrimiento para mí este tipo de lentejas; las compré hace algún tiempo pero no me había decidido a cocinarlas.

Se cocinan en un momento, apenas 15 minutos y están, no tienen piel por lo que se deshacen con facilidad y también se digieren fácilmente, no tienen el color de las lentejas tradicionales pero saben a lentejas,

Hice una sopa con las verduras que tenía, sin apenas aceite, un plato muy ligero que ¡cuando empiece a hacer frío! puede ser una cena estupenda.



Necesitamos para dos:

120 gramos de lentejas rojas.

Verduras variadas, yo usé: ½ cebolla mediana, un puerro, dos zanahorias, ½ calabacín, ¼ de pimiento rojo.

Especias:1/4 de cucharilla de pimentón dulce y cúrcuma.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos lavando, debajo del grifo, en un colador las lentejas para quitarle el polvo que puedan tener.

En una pota proporcionada ponemos dos cucharadas de aceite con la cebolla picada menuda y sal; dejamos cocinar unos minutos y vamos añadiendo el resto de las verduras. 

Primero la zanahoria pelada y partida en medias lunas. 

Después el puerro y el pimiento rojo. 

Vamos salando ligeramente cada nuevo ingrediente.

Añadimos el pimentón y la cúrcuma; damos unas vueltas para que todas las verduras se impregnen bien y, a la vez se frían un poquito.

Cuando ya todas las verduras están ligeramente blandas ponemos las lentejas y el calabacín.

Cubrimos con agua, como dos dedos por encima y dejamos cocer despacio dando alguna vuelta de vez en cuando.

Probamos que las zanahorias estén tiernas y todo lo demás ya estará porque es lo que más tarda.

En mi cado las lentejas estaban un poco deshechas, por lo que quedó una sopa espesa y coció unos 15 minutos.




¿Comemos?

jueves, 20 de octubre de 2022

Pasta con acelgas, tomates secos y tahini.


 

Esta receta vegana se prepara en menos de treinta minutos ¡seguro que tardo yo más en escribir la receta! aunque no tiene dificultad ninguna.

Puede ser una cena completa, ligera y fácil de digerir; también puede servir para llevar al trabajo en el táper o para que toda la familia disfrute de un plato sano y sabroso.



Necesitamos para una ración:

50 gramos de pasta.

Un manojo de acelgas.

2 ó 3 tomates secos en aceite.

Tahini, cantidad al gusto.

Sal.

Empezamos lavando muy bien las acelgas y las picamos; las cocemos en agua hirviendo con sal durante el tiempo suficiente para que las pencas estén tiernas.

Mientras cocemos la pasta el tiempo necesario.

En una sartén ponemos un poco de aceite, una cucharada más o menos; yo suelo usar el que traen los tomates que viene aromatizado.

Añadimos el tahini y los tomates picados; damos una vuelta.

Ponemos las acelgas bien escurridas y la pasta.

Mezclamos bien y ya lo tenemos.

Cuando lo emplatemos podemos poner un poquito más de tahini.


¿Comemos?

domingo, 16 de octubre de 2022

Champiñones guisados.

 

Una estupenda guarnición, aperitivo o, incluso plato para la cena. 

En esta ocasión he utilizado champiñones Portobello pero se puede usar otra variedad o con setas de cultivo, ostreatus por ejemplo, puede ser una buena elección.


Necesitamos:

Una bandeja de champiñones de 400 gramos.

2 ó 3 dientes de ajo.

½ cebolla mediana.

Un chupito de brandy.

1 ó 2 guindillas cayenas (optativo).

1/2 cucharadita de harina de maíz (optativo).

Perejil, sal y aceite de oliva virgen extra.


Empezamos limpiando muy bien los champiñones con papel de cocina ligeramente húmedo; quitamos los pies que no vamos a utilizar.

En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite con los ajos picados menudos; en cuanto empiecen a “bailar” añadimos la cebolla en trocitos y la guindilla, si la vamos a poner (yo la pincho con ½ palillo para luego encontrarla fácilmente y quitarla) ¡un puntito picante va muy bien!

Cuando la cebolla esté trasparente subimos el calor y añadimos el brandy; dejamos un minuto para que evapore y agregamos los champiñones. 

Salamos y cocinamos unos 8 ó 10 minutos.

Desleímos la harina en un poco de agua y lo añadimos; dejamos cocer dos o tres minutos más para que la salsa espese.


Servimos un perejil picado, calentitos y con mucho pan…


¿Comemos?

jueves, 13 de octubre de 2022

Ghriba de almendras.




Unas galletas marroquís que son una delicia, por su sabor, su textura, su aroma y por lo fáciles que son de hacer.


La primera vez que las hicimos fue mi nieto, de diez años, el que pesó ingredientes, mezclo, dio forma, rebozó…yo me encargué del horno y poco más. 

Así que animaos a hacerlas con los niños, para una merienda especial, para su cumple o para regalar ¡les encantará hacer de reposteros!


La receta la vi en el blog “Ni blanco ni en botella”; yo puse un poco menos de azúcar en la masa (originalmente eran 90 g.) porque al ir rebozadas quedan bastante dulces, y un poquito más de harina (eran 35 g.) que me parecía que hacía falta (dependiendo del tamaño del huevo pude se necesaria).



Necesitamos para unas 15 galletas, no muy grandes:


160 g. de almendra molida.

75 g de azúcar.

40 g de harina.

½ cucharilla de levadura química.

 1 huevo grande.

Una pizca de sal.

1 cucharilla de agua de azahar.

Para rebozar las galletas:

Azúcar y azúcar glas.


Empezamos calentando el horno a 180º (sin bandeja) y pesando todos los ingredientes.


En un platito ponemos azúcar blanco normal y en otro azúcar glas.


En un bol grande ponemos la almendra, el azúcar, la harina con la levadura y una pizca de sal. Mezclamos.


Batimos el huevo con el agua de azahar y lo agregamos.

Mezclamos bien para que toda la masa quede húmeda y homogénea.


Dejamos reposar unos 10 minutos.


Con una cuchara cogemos porciones, la masa es blanda, y las rebozamos en el azúcar; hacemos unas bolas un poco aplastadas y las pasamos al azúcar glas. 


Las vamos poniendo en la bandeja del horno que estará cubierta con papel.


Horneamos entre 12/15 minutos hasta que veamos que se han craquelado.

Dejamos enfriar en una rejilla.



¿Comemos?

domingo, 9 de octubre de 2022

Repollo (col) con langostinos.


 

Hoy os dejo un primer plato ligero y sabroso. 

Hay que comer verduras, todos los días y en abundancia, que sean la base de nuestra dieta junto con las legumbres así que necesitamos muchas ideas para ir variando.  



Necesitamos para dos:

½ repollo rizado, aproximadamente 500 gramos.

6 langostinos.

2 dientes de ajo.

½ cucharadita de pimentón dulce.

Sal y aceite de oliva virgen extra.


Empezamos picando el repollo y lavándolo bien. En una cazuela amplia y baja ponemos una cucharada abundante de aceite, añadimos el repollo y salamos; ponemos el calor medio, tapamos la cazuela y dejamos que se estofe.


No es necesario añadir agua ya que el repollo está mojado y además suelta su propio agua; el único requisito es abrir la tapa lo menos posible y dejando caer la humedad, de la tapa, dentro de la cazuela.


Con las cabezas, los caparazones de los langostinos y un vaso grande de agua preparamos un caldo, dejándolo cocer unos quince minutos.


Colamos y reservamos.


Mientras en otra cucharada de aceite freímos los dientes de ajo; antes de que se doren agregamos, fuera del calor el pimentón y los langostinos pelados; cocinamos un minuto por cada lado y reservamos.


Cuando el repollo esté casi tierno añadimos el contenido de la sartén, langostinos, aceite y pimentón y unos cucharones de caldo.


Dejamos cocer despacio, destapado unos cinco minutos.



¿Comemos?