miércoles, 20 de diciembre de 2023

Bonito a la portuguesa.


Ya sé que lo normal es hacer “bacalao a la portuguesa” pero hoy “necesitaba” que fuera "bonito a la portuguesa". Siguiendo el principio de una de mis cuñadas, con los armarios “si algo tiene que entrar, algo tiene que salir”. En este caso del congelador. Y hoy le tocó al bonito.

Sea con el pescado que sea el resultado es un plato muy sabroso y muy fácil de hacer.

Necesitamos para dos:

2 ó 3 trozos del lomo o una raja, unos 350/400 gramos.

1 ó 2 cebollas, dependiendo del tamaño; en todo caso abundante.

¼ de pimiento rojo y otro de pimiento verde.

2 patatas medianas.

1 vaso de vino blanco*

Harina para rebozar.

½ cucharilla de pimentón, dulce o mezcla a vuestro gusto.

Sal y aceite de oliva virgen.

Empezamos partiendo la cebolla en juliana y la ponemos a pochar, a fuego lento, con sal en dos cucharadas de aceite. Después de tres o cuatro minutos la tapamos y seguimos cocinando, dándole vueltas de vez en cuando.

Mientras en otra sartén, con aceite abundante, freímos ligeramente los pimientos, en tiras; sacamos y reservamos.



Freímos las patatas partidas en lonchas de más o menos medio centímetro. Tampoco es necesario hacerlas completamente ya que todo se terminará en el horno.

Por último freímos, también ligeramente, el pescado salado y rebozado en harina; sacamos y reservamos.

Cuando la cebolla esté pochada apartamos del calor y ponemos en pimentón, con cuidado porque se quema fácilmente. Añadimos el vino blanco y dejamos dos o tres minutos al fuego. Apagamos.



En una fuente de horno ponemos las patatas, encima el bonito y cubrimos con la cebolla y los pimientos. 



Metemos en el horno caliente a 180º durante unos diez/doce minutos.

Servimos.


*Tengo que confesar que no tenía vino blanco así que…puse un chupito de güisqui. ¿El resultado? Excelente.

Esta receta está basada en “Bacalao a la portuguesa” de Fabrisa.

domingo, 10 de diciembre de 2023

Carne con puré de patatas y cebollas caramelizadas.


Esta receta creo que puede solucionarnos una comida o cena en estas fiestas sin volvernos “locos” con preparativos ni saliéndonos mucho del presupuesto. La carne de ternera no sufre un incremento, al menos grande, de precio por Navidad.

Es un plato muy rico, sencillo pero muy sabroso, que puede gustar incluso a los que no somos muy amantes de la carne, como yo; pero con una guarnición, que podemos variar al gusto, con una ensalada un poco creativa, no solo lechuga y tomate, queda un plato lucido.

Tiene la gran ventaja, además, que se puede hacer con antelación, incluso tener congelado y añadir el acompañamiento cuando haga falta sin los apurones de último momento.

Respecto a la guarnición hay muchas posibilidades: champiñones o setas, alcachofas, guisantes… que podemos cocinar en el mismo guiso en los últimos diez minutos; coles de bruselas que podemos hervir y saltear; o las siempre bien recibidas patatas fritas.

Yo hice un puré de patatas, cociéndolas, machacándolas y con un poco de mantequilla y unas cebollas caramelizadas que solo necesitan un poco-mucho de paciencia para dejarlas hacerse con una cucharada de aceite y un poco de sal.


Necesitamos:

Filetes de ternera, tantos como comensales. Pueden ser de tapa o de contra. Yo los partí del tamaño de escalopines.

Verduras: dos dientes de ajo, una cebolla, un ajo puerro, ½ pimiento rojo y dos zanahorias.

Además necesitamos: harina para rebozar la carne, una cucharilla de pimentón, un vaso de vino blanco, que se puede sustituir por ½ de coñac y un vaso de caldo, o agua si no tienes.

Sal y aceite de oliva virgen.

Para la guarnición: puré de patatas y cebolla caramelizada.

Empezamos salando los filetes y rebozándolos en harina; los sacudimos para quitar el sobrante y en una cazuela baja y amplia con aceite los freímos; los sacamos a un plato y los reservamos.

En la misma cazuela, si es necesario ponemos un poco más de aceite vamos friendo las verduras picadas: empezamos por los dientes de ajo y antes de que cojan color añadimos la cebolla, el ajo puerro, el pimiento y las zanahorias; dejamos pochar con un poco de sal.

Cuando estén blandas subimos el calor y ponemos el pimentón y en cuanto se fría, apenas unos segundos añadimos el alcohol que usemos, vino o coñac.

Volvemos a poner la carne con un poco de caldo, o agua, tapamos y dejamos cocinar despacio hasta que esté muy tierna; el tiempo dependerá del tipo de carne que usemos.

Ahora podemos sacar la carne y triturar la salsa o dejarla así, a vuestro gusto. A mí, ya veis, me quedó medio-medio porque la trituré en la misma cazuela y algún trozo se puso “rebelde” pero creo que queda bien así. Si os gusta la salsa menos espesa añadís un poquito más de caldo.

Se sirve caliente con la guarnición y la ensalada.


Ideas de ensaladas:

ensalada de caqui, canónigos y granada.