Un bizcocho jugoso, ideal para el desayuno.
Necesitamos:
300 g de calabaza asada.
3 huevos.
150 g de azúcar.
350 g de harina.
1 sobre de levadura química.
100 g aceite.
Azúcar y canela molida para el adorno.
Empezamos asando la calabaza.
Es muy fácil: la partimos y la ponemos en el horno a
180º durante unos 45 / 50 minutos. Dejamos templar, pelamos (la piel sale con
mucha facilidad) y machacamos, con un tenedor hasta hacerla una papilla.
Mezclamos el puré de calabaza con el azúcar hasta
que tengamos una mezcla bien fina.
Seguimos añadiendo el aceite y los huevos. Batimos.
Mezclamos la harina y la levadura; la pasamos por un
colador.
Unimos la mezcla seca (harina y levadura) con la
parte húmeda (puré de calabaza, azúcar, aceite y huevos). Batimos para hacer una mezcla homogénea.
Pasamos la mezcla al molde, que si es de silicona no
necesita que le pongas nada, y si es de otro tipo debes ponerle un poco de
aceite y forrarlo con un papel de horno que te ayudará después a sacar el
bizcocho.
Podéis cubrir toda la superficie con una mezcla de
azúcar y canela molida; yo decidí “sentirme artista” e hice una cuadrícula
poniendo canela y encima azúcar.
Lo metemos en el horno caliente a 180º durante unos
40 minutos (puedes pincharlo y comprobar si está bien hecho).
Lo dejas reposar 5 minutos en el molde y lo
desmoldas. Que enfríe ¡y listo!
Os dejo el enlace de otro bizcocho de calabaza,
distinto y también muy rico.
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