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miércoles, 9 de octubre de 2024

Albóndigas de merluza (y langostinos) con salsa de sidra.

 

Es este un plato muy sencillo y poco laborioso perfecto para comer pescado, especialmente por los niños y personas mayores, sin el riesgo a las espinas.

Podemos hacer dos versiones, no muy diferentes en la elaboración pero sí en el precio; podemos usar merluza fresca y langostinos o filetes de merluza congelada y prescindir de los langostinos. Cada cocinero sabrá lo que más le conviene.

Necesitamos para cuatro:

500 gramos, aproximadamente, de merluza.

4, 6 u 8 langostinos, dependiendo del tamaño.

1 huevo.

½ cebolla grande.

½ vaso de sidra natural (no sidra achampanada) o vino blanco.

Caldo de pescado.

Sal, harina, pan rallado, perejil y unas hebras de azafrán.

Aceite de oliva virgen.

Empezamos preparando la merluza: con la cabeza y las espinas hacemos un caldo. Reservamos. Picamos los filetes de merluza, a cuchillo; no importa si no queda muy regular, si quedan pequeños trozos, incluso puede ser mejor.

Pelamos los langostinos y también los picamos. Mezclamos con la merluza.

Adobamos con el huevo batido, que aglutinará la mezcla, sal y con un poco de pan rallado (solo lo justo, para no secar la masa). Hacemos las albóndigas, pequeñas de unos 30 gramos y las freímos.

Preparamos la salsa: con una pequeña parte del aceite que hemos usado para freír las albóndigas sofreímos la cebolla. En un vaso de caldo de pescado, muy caliente, infusionamos las hebras del azafrán. Cuando la cebolla esté tierna añadimos ½ cucharada de harina, la freímos y ponemos la sidra; agregamos el vaso de caldo, salamos y dejamos hervir suavemente durante unos minutos.

Ponemos las albóndigas y cocemos 3 ó 4 minutos, no es necesario más ya que son pequeñas y ya están fritas.

Picamos el perejil y lo añadimos en el momento se servir.

jueves, 10 de agosto de 2023

Alcachofas a la sidra.

Ya estamos en temporada de avellanas; un poco antes que otros años hemos empezado a recogerlas.

Parece que hay buena cosecha que compartimos con los picapinos y otras aves. Antes de que maduren del todo ya se encuentran muchas agujereadas y sin fruto.


Creo que es precio que hay que pagar por vivir en un sitio donde la naturaleza todavía resiste, todavía está con fuerza y lo pagamos con gusto: hay avellanas para todos.

Y muchas aves están sacando adelante sus nidadas aprovechando la abundancia.

Pero bueno no era esto lo único que yo quería contaros. Vamos con la receta de alcachofas.

Fácil, rápida, rica…perfecta con un culín de sidra para el aperitivo y para la cena.



Necesitamos:

Una bolsa de alcachofas congeladas. Como no estamos en temporada yo uso alcachofas congeladas pero también pueden ser en conserva. Si las utilizáis frescas tenéis que modificar el tiempo de cocción que será mayor.

2 ó 3 dientes de ajo.

Medio vaso de sidra natural.

Medio vaso de agua.

1 cucharada de pan rallado.

Sal, perejil y aceite de oliva.

Empezamos poniendo en una sartén, que tenga tapa, dos o tres cucharadas de aceite con los dientes de ajo picados y dejamos que se frían sin que lleguen a coger color.

Añadimos las alcachofas, congeladas, subimos de fuego y ponemos la sidra; dejamos con minutos para que se evapore.

Agregamos el pan rallado, damos una vueltas para repartirlo bien y salamos.

Cubrimos, no del todo, con un poco de agua, tapamos y dejamos cocer despacio hasta que las alcachofas están tiernas (ya sabéis, pinchar con una puntilla y comprobar que entra sin dificultad).

Servir calientes con un poco de perejil picado.


Pedid a quien escancie la sidra que eche un culín pequeño y bebedlo de un trago cuando todavía está espumoso; cuando veo gente con el vaso de sidra en la mano bebiendo a sorbitos como si fuera vino o un refresco creo que se pierden toda la gracia de la sidra, que es mucha si está a la temperatura adecuada (fresca, no fría) y bien escanciada.

Fdo: una leonesa reconvertida.

jueves, 11 de agosto de 2022

Albóndigas con salsa de sidra y avellana.



Hoy tocan albóndigas asturianas; no es que en otros sitios no tangáis sidra y avellanas, que seguro que sí, pero estos dos productos, entre otros, definen Asturias.

La sidra para las espichas, las “fiestas de prao”, para compartir un culín con cualquier disculpa.

Los avellanos son muy frecuentes en la zona oriental de Asturias y muchos de nuestros dulces llevan este ingrediente.

Necesitamos:

500 gramos de carne de ternera, picada a máquina una sola vez.

1 huevo.

2 dientes de ajo.

Miga de pan atrasada y leche.

Pimienta negra y sal.

Harina.

 

Para la salsa:

1 cebolla.

½ botella de sidra.

½ vaso de agua.

2 cucharadas colmadas de avellanas molidas.

Aceite de oliva virgen extra.


Empezamos preparando la carne. Compramos carne de guisar, de buena calidad y pedimos en la carnicería que nos la piquen; esto siempre es mejor que adquirir la que ya tienen picada.


La ponemos en un bol y añadimos un huevo entero, los dientes de ajo picados muy menudos o machacados en el mortero, la miga de pan empapada en leche y bien escurrida, pimienta negra y sal.


Dejamos reposar en la nevera al menos 1 hora.


Hacemos las albóndigas y las rebozamos en harina, sacudiendo bien el sobrante; a mí me salieron 18 albóndigas de unos 30 gramos aproximadamente (pesé dos por curiosidad, jajaja).


En una cazuela amplia, donde quepan sin superponerse, ponemos dos o tres cucharadas de aceite y las freímos, simplemente para sellarlas y que cojan un color tostado, se terminan de hacer en la salsa.


Las sacamos a un plato y reservamos.


En la misma cazuela ponemos la cebolla picada con un poco de sal y dejamos que se poche despacio.


Subimos el calor y añadimos la sidra, dejamos un minuto que se evapore; agregamos el agua y trituramos.


Volvemos a poner las albóndigas y dejamos hervir despacio unos cinco minutos; será suficiente para que terminen de hacerse ya que son pequeñas y además las hemos frito.


Añadimos las avellanas trituradas, aunque sin hacerlas totalmente harina, pueden tener pequeños trocitos, tapamos y dejamos reposar antes de servir.


Las avellanas “engordarán” la salsa y aportarán un rico sabor, además de sus nutrientes.



¿Comemos?

sábado, 30 de julio de 2022

Chorizo a la sidra.


 

El aperitivo asturiano, al menos unos de ellos, más tradicional. No hay espicha, ni “fiesta de prao” donde no se coman chorizos a la sidra.

Tortilla de patatas, empanadas, queso de Cabrales, croquetas…y chorizos a la sidra; la sidra fresca, alguien que escancie bien…y ya si suena una gaita en cualquier prao…fiesta asturiana perfecta.


¿La receta? Casi, casi no os hace falta. Se trata de cocer los chorizos en sidra natural, nada de achampanada, ni zumo de manzana, ni nada parecido.

Chorizos no muy curados y, sobre todo de buena calidad.

Y por último, y no menos importante comerlos calientes y con un buen pan.

Regarlos con unos culines y a disfrutar.


¿Comemos?

martes, 28 de septiembre de 2021

Salmón, a la sidra con manzana.


Esta receta es de las que se tarda más en contar que en hacer. Se cocina el pescado en el tiempo que tarde en cocer el arroz del acompañamiento.

Os aconsejo usar manzanas ácidas que van bien con el salmón que es graso.

La sidra tiene que ser natural, no achampañada; podéis sustituirla por vino blanco si no tenéis o no os gusta.

Me parece mejor usar lomos de salmón que rajas, del  grosor que os guste, aunque también podéis usar otro pescado si el salmón no es lo vuestro.



Necesitamos para dos:

2 lomos de salmón, unos 300/350 gramos.

2 manzanas, mejor un poco ácidas.

1 cebolla mediana.

1 vaso de sidra natural (se puede sustituir por vino blanco).

Aceite de oliva virgen extra.

Sal.

Arroz blanco para acompañar.

Empezamos poniendo en una sartén amplia donde nos quepa toda la preparación unas cucharadas de aceite, dos o tres.

Si los lomos de salmón son muy gruesos podéis abrirlos al medio, como he hecho yo, o dejarlos tal cual.

Los salamos y los sellamos en la sartén. Dependiendo del grosor necesitarán más o menos tiempo, pero en este momento no vamos a terminar de cocinarlos solamente sellarlos.

Los sacamos y reservamos.

En la misma sartén, sin limpiarla ponemos a pochar la cebolla en juliana.

Pelamos las manzanas y las troceamos en lonchas gruesas, seis trozos de cada una.

Cuando la cebolla empiece a ablandar las ponemos. Dejamos que todo se cocine a fuego suave.

Cuando la manzana esté, no conviene que se deshaga, subimos el calor y agregamos la sidra; dejamos un minuto para que evapore y volvemos a poner el salmón, con el líquido que haya soltado.

Bajamos el calor, tapamos la sartén y lo cocinamos un par de minutos más.

Los tiempos son orientativos, depende del grosor de la tajada y de cómo nos guste de hecho pero no conviene cocinarlo demasiado porque quedaría muy seco.

Para servir ponemos en el fondo una cama con la cebolla y la manzana, encima los trozos de salmón y napamos con la salsa.

Yo lo he acompañado con arroz blanco pero una guarnición con verduras a la plancha también le va muy bien.



¿cocinamos o qué?

 

 

miércoles, 21 de abril de 2021

Bacalao fresco al horno.


Hoy os traigo una receta, en mi línea, muy sencilla, básica pero no por ello menos deliciosa, sana, rápida y fácil de hacer: un pescado al horno con una base de patata y pimiento.

En este caso es con bacalao fresco (shrei) pero se puede hacer con merluza, rape, dorada, lubina…con lo que os guste.



Necesitamos:

1 trozo de bacalao fresco, por persona, unos 200 gramos.

2 ó 3 patatas medianas.

1 pimiento rojo.

1 cebolla mediana.

4 dientes de ajo.

Unas aceitunas negras.

½ vaso de sidra natural o vino blanco.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Perejil.

Empezamos preparando la cama de patata, cebolla y pimiento rojo. Pelamos las patatas y con una mandolina o a cuchillo hacemos rodajas finas; partimos la cebolla y el pimiento (se puede pelar) en tiras; pelamos los dientes de ajo, y los dejamos enteros.

En un larguero ponemos dos cucharadas de aceite, las patatas, la cebolla, el pimiento y los ajos enteros; salamos y metemos al horno caliente a 170/180º.

Pasados unos cinco minutos ponemos la sidra o el vino. Este tiempo es para patatas finas partidas a mandolina, si son más gruesas aumentad el tiempo. En todo caso tienen que estar casi hechas ya que el pescado va a estar muy poco tiempo en el horno.

Mientras se cocinan salamos el pescado y con una cucharada de aceite lo sellamos en una sartén dos o tres minutos por cada lado, empezando por la parte de la piel.

Metemos al horno y lo dejamos unos 8 minutos.

Para acabar agregamos las aceitunas y espolvoreamos perejil.



Y listo ¿comemos o qué?

jueves, 11 de febrero de 2021

Congrio a la sidra.


 

El congrio es un pescado blanco de carne muy firme y sabrosa; para los guisos se utiliza la parte abierta del pez dejando la cola y la cabeza para elaborar caldo porque tiene muchas espinas, muy finas y no es agradable de comer.

Lo he cocinado con sidra natural, en este caso ecológica, que “la bebida nacional en Asturias” o casi. Si no encontráis esta sidra sustituirla por un poco de vino blanco, menos cantidad que de sidra pero NO utilicéis sidra achampañada porque no es lo mismo ni parecido.


Necesitamos:

2 rajas de congrio abierto por persona.

½ cebolla.

2 dientes de ajo.

½ pimiento rojo.

1 patata mediana.

¼ de cucharilla de cúrcuma (opcional).

¼ de cucharilla de pimentón dulce.

½ vaso de sidra natural.

½ vaso de caldo de pescado (o agua).

Aceite de oliva virgen, sal y perejil.



Empezamos poniendo dos o tres cucharadas de aceite en una cazuela; freímos los dientes de ajo; antes de que se doren añadimos la cebolla picada menuda con una pizca de sal y dejamos que se ablande.

Pelamos el pimiento, lo partimos y agregamos.

Dejamos que todo de poche despacio.

Mientras pelamos la patata y con la mandolina la partimos en rodaja finas; las ponemos en la cazuela con la cúrcuma y el pimentón; dejamos un minuto para que el pimentón se fría.

Salamos las rajas de congrio y las ponemos encima de las patatas.

Subimos el calor y echamos la sidra; dejamos que se evapore un poco y agregamos ½ vaso de caldo (o agua).

Tapamos de dejamos hervir despacio hasta que el congrio esté hecho. Podéis pinchar con un palillo cerca de la espina central para comprobar pero unos 10/12 minutos, dependiendo del grosor de la raja serán suficientes. Las patatas se harán a la vez porque están partidas finas.

Servimos con un poco de perejil fresco picado.



Y listo ¿comemos o qué?

lunes, 18 de mayo de 2020

Patatas a la sidra.



¡Sidra! Palabra casi, casi mágica. Sidrería, reunión de amigos, conversación, tapas, pinchos…pronto volverán.

Mientras tanto vamos a hacer un plato de acompañamiento con ingredientes muy sencillos y muy ricos que deja ese olor a sidrina en toda la cocina (me ha salido un pareado, jajaja) que algunos no soportan y a otros nos encanta.




Necesitamos para dos:
4 patatas medianas.
6 cebollas pequeñas (optativas).
2 dientes de ajo.
Un trocito de mantequilla (optativo).
Una botella de sidra natural.
Un vaso pequeño de caldo de pollo.
Aceite de oliva virgen extra y sal.
Perejil.

Empezamos pelando las patatas, las lavamos y secamos muy bien.

En una cazuela, en que quepan sin amontonarse y sin que sobre mucho espacio, ponemos el aceite y la mantequilla (si la usamos) y freímos las patatas girándolas para que se doren por todos los lados.

Cuando las patatas casi estén ponemos las cebollitas peladas y enteras y los dientes de ajo también pelados y enteros, para que cojan un bonito color.

Subimos el calor y ponemos la sidra, que las cubra hasta la mitad más o menos y dejamos cocer un minuto; añadimos la sal y el caldo, bajamos el calor y dejamos cocer suavemente hasta que estén tiernas. Dependiendo del tamaño tardarán un tiempo; yo las pincho con una brocheta de madera para comprobar.

No tapéis del todo la cazuela para que vaya evaporando líquido, no queremos que nos queden caldosas, sí con algo de salsa.

Ponemos en la fuente y espolvoreamos con el perejil picado.

Se toman calientes.


¡Y listo, a disfrutar!

Esta receta no sé de quién es. Yo la leí publicada por Pilar Aguaviva y la he modificado para adaptarla a mí gusto.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Ensalada de manzanas a la sidra con avellanas.



Esta ensalada bien la podríamos llamar “ensalada asturiana de otoño”. A primeros de septiembre se recogen las avellanas, y se ponen a secar, y las primeras manzanas, hay lechugas en las huertas, la sidra ya está embotellada…



Necesitamos para dos:
1 manzanas.
12 avellanas tostadas.
Unas hojas de lechuga.
100 ml de sidra natural.
1 cucharada rasa de azúcar moreno.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.


Empezamos pelando las manzanas y partiéndolas en gajos; cada manzana en 6 u 8 gajos, dependiendo del tamaño.

En una cazuela donde nos quepan sin amontonar ponemos la sidra, el azúcar y las manzanas; cocemos a fuego lento hasta que las manzanas estén tiernas pero sin deshacerse. Seguimos cociendo el caldo para que reduzca.

Cascamos las avellanas y las tostamos en el horno. Hay que moverlas con frecuencia para evitar que se quemen.

Montamos la ensalada: ponemos una cama de lechuga, bien limpia y escurrida, y aliñamos con aceite y sal. Encima colocamos las manzanas. Adornamos con las avellanas y regamos con unas cucharadas del caldo de cocción reducido.


                                                   ¡Y listo!



sábado, 5 de agosto de 2017

Compota de manzana con gelatina de sidra.




Este postre es muy fácil de hacer pero hay que hacerlo con antelación, mejor de un día para otro. La compota debe estar fría y la gelatina necesita estar unas horas en el frigorífico para estar bien cuajada.

Si ponemos la gelatina sobre la compota templada se deshará y se nos estropeará.






Necesitamos para la compota:
1 kg. de manzanas.
La piel de un limón, ecológico si puede ser.
2 cucharadas de azúcar blanco.
1 palo de canela.

Para la gelatina de sidra necesitamos:
1/4 l de sidra natural.
Una cucharada de azúcar.
6 g de gelatina neutra en polvo o tres hojas.

Para hacer la compota pelamos, quitamos las pepitas y partimos las manzanas; las ponemos en una cazuela apenas cubiertas de agua con la piel del limón y el palo de canela para que vaya cociendo.

Cuando la manzana está blanda agregamos el azúcar, probamos para comprobar el dulzor y apartamos del calor. La cantidad de azúcar depende del tipo de manzana que se use y de que la queramos más o menos dulce.

Trituramos con la batidora después de sacar el limón y la canela. Dejamos enfriar.

Para hacer la gelatina empezamos hidratándola:
Si usas hojas debes ponerlas a remojar en agua fría durante unos minutos, hasta que estén blandas, bien hidratadas. Para usarlas hay que estrujarlas bien.
 
Si usas polvos hay que ponerlos en una pequeña cantidad de agua fría.

Ponemos a calentar la sidra con el azúcar  y dejamos cocer, 3 ó 4 minutos, para eliminar el alcohol y reducir la cantidad.

Apartamos del calor y añadimos a la sidra reducida la gelatina, damos unas vueltas  durante unos segundos para que se disuelva bien y lo pasamos a un recipiente de cristal. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y después en el frigorífico.

Debe quedar de un grosor como de 2 cm.

Al día siguiente en unos cuencos o vasitos ponemos la compota fría; cortamos trozos de gelatina y adornamos.


                                                                            ¡Y listo!