domingo, 3 de diciembre de 2017

Alubias blancas con cuello de cordero.




Para esta receta vamos a utilizar una parte del cordero muy barata y sabrosa: el pescuezo. También se puede usar falda o tajadas de otra parte pero el cuello da mucho sabor, tiene carne y hueso y esas tajadas suelen ser muy ricas.



Necesitamos para dos:

Alubias blancas (fabes), 200g.
Un cuello de cordero en trozos.
Verduras: dos puerros, dos zanahorias, ½ pimiento verde.
½ vaso de vino blanco.
Una puntita de pimentón dulce.
Aceite de oliva virgen, dos o tres cucharadas.
 





Ponemos las alubias a remojo la noche anterior en agua fría.

Empezamos: en una pota ponemos las alubias remojadas, un puerro en trozos, una zanahoria pelada; cubrimos con agua fría y ponemos a cocer hasta que estén tiernas; salamos. Recordad que al principio de la cocción es conveniente “asustar” (añadir agua fría para cortar el hervor) las alubias y mantenerlas siempre cubiertas de agua para evitar que suelten la piel.

En otra pota ponemos el aceite y sofreímos los trozos de cordero, adobados con sal y pimienta negra.

Sacamos a un plato y en el mismo aceite ponemos el otro puerro picado, la zanahoria en rodajas y el pimiento verde en trocitos; dejamos sofreír hasta que empieza a estar blando; agregamos el vino blanco y dejamos evaporar.

Incorporamos la carne, añadimos un poco de agua y dejamos cocer hasta que esté tierno.

Cuando tenemos las dos preparaciones hechas sacamos las verduras de las alubias y toda la salsa de la carne,  a la batidora y trituramos.

Mezclamos las alubias, la carne y la salsa triturada y dejamos cocer durante unos minutos para que todo se mezcle bien. Comprobamos de sal.



                                         ¡Y listo!
 

 

viernes, 1 de diciembre de 2017

Aperitivos con espárragos.











A veces tienes que improvisar una comida, un postre o un aperitivo. Con pocos ingredientes, con productos que tienes en la despensa o en la nevera hay que hacer un plato atractivo y rápido.

Hoy os dejo un par de ideas para salir de un apuro en poco más de cinco minutos y con poco más que un tarro de espárragos.






Necesitamos:
Pan de molde sin corteza.
Un bote de puntas de espárragos.
Unas lonchas de cecina cortada fina (o jamón serrano).
Mayonesa y  mostaza, al gusto.

Empezamos poniendo en una sartén, sin aceite la cecina a tostar; la dejamos a calor bajo dándole vuelta de vez en cuando hasta que esté bien seca y crujiente y se pueda romper en trocitos. Si os gusta más podéis hacerlo con jamón serrano.

Pasamos las puntas de espárrago por la sartén donde hemos tostado la cecina para que se calienten y cojan el sabor.

Montamos el pincho: Cortamos el pan en tres rectángulos; encima de cada trozo ponemos un espárrago y añadimos la cecina a trocitos.

Para la segunda idea empezamos estirando el pan con un rodillo hasta dejarlo planito.

En el centro ponemos de mayonesa y encima un poco de mostaza; ponemos dos puntas de espárrago en la diagonal del pan, dejando las puntas hacia el exterior; enrollamos y fijamos con un palillo; lo metemos al horno caliente, solo con el grill para que el pan se tueste un poco.

Sacamos y cortamos con un cuchillo de sierra en dos trozos iguales.



¡Y listo!