Para esta receta vamos a utilizar una parte del
cordero muy barata y sabrosa: el pescuezo. También se puede usar falda o
tajadas de otra parte pero el cuello da mucho sabor, tiene carne y hueso y esas
tajadas suelen ser muy ricas.
Necesitamos para dos:
Alubias blancas (fabes), 200g.
Un cuello de cordero en trozos.
Verduras: dos puerros, dos zanahorias, ½ pimiento
verde.
½ vaso de vino blanco.
Una puntita de pimentón dulce.
Aceite de oliva virgen, dos o tres cucharadas.
Ponemos las alubias a remojo la noche anterior en
agua fría.
Empezamos: en una pota ponemos las alubias remojadas, un puerro
en trozos, una zanahoria pelada; cubrimos con agua fría y ponemos a cocer hasta
que estén tiernas; salamos. Recordad que al principio de la cocción es
conveniente “asustar” (añadir agua fría para cortar el hervor) las alubias y mantenerlas siempre cubiertas de agua para
evitar que suelten la piel.
En otra pota ponemos el aceite y sofreímos los
trozos de cordero, adobados con sal y pimienta negra.
Sacamos a un plato y en el mismo aceite ponemos el
otro puerro picado, la zanahoria en rodajas y el pimiento verde en trocitos;
dejamos sofreír hasta que empieza a estar blando; agregamos el vino blanco y
dejamos evaporar.
Incorporamos la carne, añadimos un poco de agua y
dejamos cocer hasta que esté tierno.
Cuando tenemos las dos preparaciones hechas sacamos
las verduras de las alubias y toda la salsa de la carne, a la batidora y trituramos.
Mezclamos las alubias, la carne y la salsa triturada
y dejamos cocer durante unos minutos para que todo se mezcle bien. Comprobamos de
sal.
¡Y listo!
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