Unos bizcochos perfectos para el desayuno. Son
jugosos y con un sabor muy suave. Lo que tienen de especial es que están hechos
con harina que es de castañas.
La harina de castaña ya se encuentra con facilidad
en muchas tiendas de productos ecológicos.
Si queréis saber algo más sobre este producto mirad aquí.
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Necesitamos:
3 huevos medianos.
80 g azúcar moreno.
100 g de aceite de girasol.
200 g de harina de castaña.
50 g de harina de trigo.
1 sobre de levadura.
1 yogur natural.
Empezamos sacando de la nevera los huevos y el yogur para que
estén a temperatura ambiente.
Pesamos y medimos todos los ingredientes, para tenerlo todo a mano.
Batimos bien los huevos.
Añadimos el azúcar y volvemos a batir.
Ponemos el yogur y el aceite; batimos hasta
integrarlo todo.
Mezclamos los dos tipos de harina y el sobre de levadura.
Pasamos por un tamiz y añadimos a la mezcla
anterior.
Precalentamos el horno a 180º.
Llenamos los moldes hasta 2/3 de su volumen.
Estos moldes que yo usé son un poco más grandes que
los de magdalenas normales: salieron 12 bizcochitos y estuvieron en el horno
(en el mío, que no es ninguna maravilla) 20 minutos.
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