Legumbre, verduras, carne, hacen un plato completo y
muy sabroso, de esos que te reconcilian con el mundo cuando llegas cansada y
hambrienta a casa.
Necesitamos para dos:
½ kilo de costilla de cerdo, partida en trozos
pequeños.
180 g de lentejas, de buena calidad, mejor
ecológicas.
Cebolla, pimiento verde y zanahorias.
1 patata mediana.
Sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen.
½ vaso de vino blanco.
½ cucharadita de cúrcuma o pimentón, lo que más os
guste.
Empezamos adobando la carne con sal y pimienta negra.
Lavamos las lentejas y las dejamos a remojo.
Ponemos una cazuela, proporcionada a las cantidades
y cubrimos el fondo con aceite. Añadimos la
carne y la sofreímos.
Agregamos la cebolla picada, el pimiento verde y las
zanahorias peladas y partidas. Salamos.
Dejamos unos 10 minutos hasta que las verduras estén
ablandando.
Subimos el calor y añadimos el vino; dejamos
evaporar el alcohol; ponemos un poco de agua y dejamos cocer despacio.
Cuando la carne empieza a ablandar ponemos
las lentejas escurridas del agua del remojo.
Cubrimos con agua, salamos y ponemos la cúrcuma; tapamos y
dejamos cocer, añadiendo más agua en pequeñas cantidades si hace falta.
Cuando todo está casi terminado ponemos las
patatas, en trocitos pequeños y dejamos cocer hasta que todo está
blandito.
Probamos de sal y dejamos cinco minutos antes de
servir.
¡Y listo!
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