jueves, 26 de mayo de 2022

Bocadillo de aguacate y langostinos.



Un súper bocadillo para solucionar una cena en un plis-plás. Imprescindible un buen pan, que, afortunadamente, ya no es difícil de conseguir. Pasaron los tiempos en que solo se encontraba pan industrial de dudosa calidad: han vuelto las panaderías que con harinas de calidad hacen panes variados y nutritivos.

Encima del pan cabe, casi, de todo: verduras, embutidos, conservas, huevos, frutos secos…para que cada uno y una puedan hacer “su bocadillo”.

Hoy una combinación que me parece “casa” muy bien: aguacate, tomate y langostinos, con unas semillas de sésamo negro.

Necesitamos para un bocadillo:

Una rebanada de pan o un bollo. Se puede tostar o dejar tal cual.

½ aguacate.

1 tomate mediano y 4 ó 5 cherris.

Langostinos, la cantidad depende del tamaño, pero tres puede estar bien. También puede ponerse gambas.

1 diente de ajo.

Semillas de sésamo.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos pelando los langostinos y partiéndolos en dos o tres trozos; si usamos gambas las dejamos enteras.

Pelamos el tomate y lo partimos en trocitos; si ponemos cherris los partimos a la mitad.

En una sartén ponemos una cucharada de aceite con el ajo picado menudo; en cuanto empiece a “bailar” añadimos el tomate y cocinamos un minuto a fuego fuerte; agregamos los langostinos, salamos y cocinamos unos dos minutos más. Los langostinos se cocinan pronto y no conviene hacerlos demasiado o quedarán secos.

Machacamos con un tenedor el medio aguacate.

Montamos el bocadillo: sobre el pan, que podemos tostar o no según nos guste, ponemos el aguacate y encima el contenido de la sartén.

Espolvoreamos unas semillas de sésamo y servimos.

¿Comemos o qué?

Este bocadillo está inspirado en este; yo he hecho mi versión porque ya sabéis que a los/las “cocinillas” nos gusta cambiar siempre algo, dar nuestro toque.

 


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