No nos dejemos engañar por el título: ¿zanahoria? sí, pero también azúcar, harina refinada…en fin, un pequeño pecado.
Necesitamos:
3 huevos
medianos.
220
gramos de harina.
½ sobre
de levadura.
80
gramos de azúcar.
100
gramos de aceite de girasol.
100
gramos de leche.
100
gramos de zanahoria rallada.
Canela,
al gusto.
Empezamos
pesando todos los ingredientes.
Ponemos
a precalentar el horno a 200º. Preparamos los moldes con la cápsula de papel.
Rallamos
la zanahoria y reservamos.
Mezclamos
la harina, con la levadura, la canela y una pizca de sal; pasamos por un
colador. Reservamos.
Batimos
los huevos, que tienen que estar a temperatura ambiente. Añadimos el azúcar y
seguimos batiendo hasta que la mezcla esté bien espumosa.
Agregamos
el aceite y la leche; después de cada nuevo ingrediente volvemos a batir para
integrarlo.
Ahora
ponemos la harina. Y por último la zanahoria, mezclamos bien.
Rellenamos
los moldes sin llegar al tope, como unas tres cuartas partes.
Metemos
la bandeja en el horno y bajamos la temperatura a 180º. A partir de los 15
minutos vigilamos para sacarlas cuando estén doradas.
Dejamos
enfriar sobre una rejilla.