Necesitamos por persona:
1 dorada, de ración; limpia, sin cabeza ni espina.
3 ó 4 langostinos.
Para la salsa:
½ cebolla, aceite, un chupito de brandy o de vermut,
una cucharadita de maicena y sal.
Pedimos en la pescadería que nos limpien las doradas
y nos dejen, cada una, en dos filetes. Reservamos.
Pelamos los langostinos y los reservamos. Guardamos
las cabezas y los caparazones.
En una pota ponemos un poco de aceite, añadimos la
cebolla, picada, las cabezas y los caparazones de los langostinos y sofreímos
hasta que estén ligeramente tostados; agregamos el vermut (o brandy) y dejamos que se
evapore el alcohol; cubrimos con agua , ponemos sal y dejamos cocer despacio
durante unos 15 minutos.
Machacamos bien las cabezas y colamos el caldo, que
en este momento ya es un rico caldo con un gran sabor. Si es mucho para hacer
la salsa separamos la cantidad necesaria, la ponemos a cocer y añadimos la
maicena desleída en un poco de agua; cocemos despacio, dándole vueltas hasta
que espese. Probamos y rectificamos de sal.
Ya tenemos la salsa, que es el paso más laborioso de
este plato.
Ponemos la plancha a calentar pincelada con un poco
de aceite.
Secamos con papel de cocina el pescado, salamos y lo
ponemos en la chancha caliente, primero por el lado de la piel, unos 3 ó 4
minutos por cada lado; el tiempo depende de la temperatura de la plancha, del
tamaño del pescado, de cómo os guste…pero no os paséis de punto.
Cuando deis la vuelta al pescado es el momento de
poner los langostinos que se hacen en muy poco tiempo.
¡y emplatamos! Servimos la salsa aparte para que
cada uno se sirva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario