Necesitamos por ración:
200 gramos de judías verdes.
8 langostinos medianos o 4 grandes.
2 tomates pera maduros.
4 patatas pequeñas (patatinos, en Asturias) o 1 ó 2 patatas, según tamaño.
Sal, aceite de oliva virgen extra y sésamo negro.
Empezamos pelando las patatas y cociéndolas en agua con sal. Reservamos cuando estén tiernas.
Quitamos con un pelador los hilos laterales y cortamos los extremos de las judías verdes (fréjoles o vainillas, en Asturias); partimos en trozos y cocemos en agua hirviendo con sal hasta que estén “al dente”.
Pelamos los tomates y los partimos en trocitos; en una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y cuando esté caliente ponemos los tomates con sal y cocinamos tres o cuatro minutos hasta que pierda el agua. Reservamos.
En la fuente de emplatar ponemos las judías, las patatas y el tomate.
Pelamos los langostinos; si no son muy grandes los dejamos enteros si no los partimos en dos o tres trozos.
En la misma sartén donde cocinamos el tomate, sin limpiarla, y con un poquito más de aceite, ponemos los langostinos y los hacemos por los dos lados con un poco de sal.
Los servimos calientes en la ensalada.
Ponemos dos cucharadas de vinagre en la sartén para que recoja los jugos y los añadimos a la ensalada.
Ponemos el sésamo al servir para darle un toque crujiente.
Y listo ¿comemos o qué?
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