Esta receta es muy similar a “los chipirones en salsa de cebolla” pero al cambiar el vino blanco por tinto cambia el color, el sabor y el aroma, le da un aire nuevo y quedan muy ricos.
Combinan muy bien con el arroz blanco que se puede hacer a la vez por lo que toda la receta no llevará demasiado tiempo. Aunque con patatas fritas…decidid vosotros.
Si la hacéis con chipirones congelados es un plato realmente económico. También se puede hacer con calmares aunque aquí los tiempos de cocinado habría que ajustarlos.
Yo los acompañé con una ensalada de canónigos y apio rallado, en conserva.
Necesitamos para dos:
12 chipirones. Es una cantidad orientativa: depende del tamaño, si son muy grandes o muy pequeños, también depende del comensal, con más o menos apetito. Yo os pongo la cantidad que yo puse.
2 dientes de ajo.
1 cebolla mediana.
1 pimiento verde, no muy grande.
1 tomate maduro.
½ vaso de vino tinto.
Aceite de oliva virgen y sal.
Empezamos limpiando los chipirones que es la parte de la receta que más tiempo lleva; los vaciamos, lavamos bien por dentro, no es necesario quitarles la piel y conservamos los tentáculos.
Picamos, los ajos, la cebolla, el pimiento y el tomate pelado; reservamos.
En una cazuela amplia donde quepan todos los chipirones sin amontonarse ponemos dos cucharadas de aceite; cuando esté caliente los ponemos, solamente el tiempo necesario para que cambien de color, apena un minuto por cada lado.
Los sacamos a un plato y reservamos.
En la misma cazuela, sin limpiar, vamos poniendo el ajo, la cebolla y el pimiento; salamos y dejamos tres o cuatro minutos hasta que empiecen a ablandar.
Añadimos el tomate, cocinamos un par de minutos y agregamos el vino; cuando se evapore el alcohol tapamos y cocinamos a fuego suave entre 15/20 minutos, aproximadamente.
Ya tendremos una salsa espesa y suave. Si no os gusta encontrar trozos, en este momento la pasáis por la batidora (yo, confieso, que no lo hice porque no me molestan los trozos y…no quería tener que limpiar la batidora: esto último que quede entre nosotros, jajaja)
Trituremos o no la salsa es el momento de volver a poner los chipirones, con el caldo que hallan soltado.
Seguimos cocinando a fuego suave unos tres o cuatro minutos, depende un poco del tamaño pero no más, porque endurecen. Probamos de sal.
¿Comemos o qué?
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