Codornillos es un pequeño pueblo de la provincia de León, cerca
de Sahagún de Campos donde yo tengo un cuarto de mis orígenes ya que de ahí era
mi abuela materna de la que, entre otras cosas heredé mi nombre.
Esta receta me la explicó mi madre que se la vio
hacer, de niña, a su abuela Francisca.
Es la típica receta rica y sabrosa hecha con
ingredientes que se podían tener en un pueblo leonés hace más de 100 años, legumbre (alubias pintas)
que cosechaban ellos mismos y bacalao que, no como ahora, era un
producto al alcance de la gente humilde por su precio y su fácil conservación.
Necesitamos por ración:
Alubias pintas, unos 100 g.
Bacalao, unos 100 g.
Una hoja de laurel.
Una cucharadita de pimentón dulce.
Una cebolla y un diente de ajo.
Yo añadí una zanahoria, que no tenía la receta
original.
Y como siempre aceite de oliva y sal.
Empezamos poniendo el bacalao a desalar en agua fría; el
tiempo dependerá del grosor de las tajadas. Yo os recomiendo que no utilicéis
trozos muy grandes, ya que vamos de desmigarlos sirven perfectamente partes de
inferior calidad.
Ponemos las alubias a remojo en agua fría la noche
anterior para que se hidraten.
En una cazuela ponemos las alubias, la cebolla
partida en cuatro o cinco trozos grandes, la hoja de laurel, la zanahoria (si
la ponéis), un chorro de aceite, el pimentón y cubrimos de agua.
Dejamos cocer despacio, siempre cubiertas de agua
para que no suelten la piel.
Aparte hacemos el bacalao: lo ponemos en agua fría
en un cazo hasta que dé el primer hervor; apagamos y dejamos templar hasta que
podamos, sin quemarnos desmenuzarlo. Quitamos espinas y pieles.
Sacamos del guiso de alubias la cebolla y la zanahoria
con un poco de caldo, lo trituramos. Se lo volvemos a echar.
Añadimos el bacalao y dejamos cocer despacio durante
unos 10 minutos más para que se unan bien todos los sabores.
Dejamos reposar antes de servir.
¡Y listo!
Dedicado a mi hermano "el madrileño", que hoy cumple años: felicidades.
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