Hoy os dejo la receta de uno de esos potajes a los que yo soy tan aficionada.
En este tipo de platos me parece que todo son ventajas: son sabrosos, muy equilibrados porque llevan un poco de muchas cosas, se adapta al gusto de, por lo menos, quien lo cocina, sirve para aprovechar pequeñas cantidades de productos que por sí solos no son suficientes para una receta, se pueden hacer anticipadamente y calentar…
Las cantidades que os pongo son para una o dos raciones dependiendo de si es plato único o no pero seguro que podéis adaptarla a vuestras necesidades.
Necesitamos:
Ajos, 2 dientes, 1/2 cebolla y 1/2 pimiento verde o rojo.
Patata, 1 grande o dos medianas, 2 ó 3 zanahorias, 6 champiñones y 6 alcachofas.
Salmón, limpio, unos 180 gramos.
Aceite de oliva virgen, sal y cúrcuma (o pimentón o azafrán).
Empezamos preparando todos los ingredientes: pelamos y picamos los dientes de ajo, la cebolla y el pimiento. Con todo esto, dos cucharadas de aceite y sal hacemos un sofrito a fuego bajo.
Pelamos la patata y la zanahoria, picamos.
Limpiamos los champiñones y los partimos en trozos más bien grandes.
Quitamos la piel y las espinas al salmón y lo partimos en tacos de tamaño de bocado.
Cuando el sofrito esté blando, sin llegar a coger color añadimos la patata (cortada de forma irregular), los champiñones y la zanahoria. Ponemos la cúrcuma o un poco de pimentón o unas hebras de azafrán, al gusto; damos unas vueltas y agregamos agua que lo cubra ligeramente.
Dejamos hervir despacio unos 10 minutos.
Ponemos las alcachofas; yo las uso congeladas, de pequeño tamaño, que se hacen en ocho o nueve minutos. Si son en conserva se ponen más tarde ya que necesitan poco tiempo.
Probamos que todo está bien hecho y bien de sal.
Ponemos los taquitos de salmón, dejamos hervir un par de minutos y apagamos.
Dejamos reposar antes de servir.
¿Comemos o qué?
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