Ha hecho mucho frío, mucho, mucho frío ¿a qué ya os habíais dado cuenta? Seguro que sí.
Así que llevamos un tiempo preparado caldo día sí, día también; para sopa, puré, cremas, potajes...
Hoy he aprovechado una zanca de pollo del caldo para hacer este plato. No la dejé cocer demasiado tiempo solo el necesario para que se hiciera porque si cuece mucho el caldo queda muy rico pero la carne desaborida.
Con ella preparé este plato de “carne desmechada” a mi manera.
Necesitamos para dos:
Una zanca de pollo cocida.
½ cebolla.
Un puñado de judías verdes, una docena aproximadamente.
Corazones de alcachofas, otra docena. Yo las uso congeladas de pequeño tamaño, que se cocinan en pocos minutos.
Aceitunas negras.
Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta negra.
Partimos de una zanca cocida; cuando enfríe separamos toda la carne pero no la picamos mucho, la dejamos en hebras un poco largas.
En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y sofreímos la cebolla, con un poco de sal, despacio, hasta que ablande pero no coja color.
Quitamos los extremos y los hilos laterales a las judías verdes; las partimos en trozos y otra vez a lo largo, que nos queden como en tiras. Las escaldamos durante dos minutos en agua hirviendo con sal; escurrimos y reservamos.
Subimos el fuego y añadimos la carne, sazonada con pimienta negra, las judías y los corazones de alcachofa partidos al medio.
Dejamos tres o cuatro minutos a fuego alto para que la carne se tueste un poco, coja un bonito color. En el último minuto ponemos las aceitunas.
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