¡Y ahora vamos con las albóndigas! Hoy las hacemos al horno para evitar los fritos y reducir un poco el consumo de aceite.
Vamos, como siempre, a empezar adobando la carne; en este caso es carne de ternera y cerdo mezclada a partes iguales que para las albóndigas al horno me parece la mejor proporción. Si solo ponéis ternera pueden quedar un poco secas.
Ponemos la mezcla de carnes (500 gramos) en un bol y añadimos dos huevos, dos dientes de ajo triturados, miga de pan remojada en leche y bien escurrida, pimienta negra y sal. Dejamos reposar, en la nevera unos 20/30 minutos.
Aprovechamos para ir picando menudas las verduras: una cebolla mediana, dos zanahorias, un puñado de judías verdes y pimiento rojo pelado; lo ponemos en una cazuela con dos cucharadas de aceite y lo cocinamos durante unos minutos, solo para que pierdan un poco de dureza, unos cinco minutos. Reservamos.
Hacemos las albóndigas procurando que sean todas del mismo tamaño, si no tenéis practica podéis ir pesándolas, las pasamos por harina y las colocamos en una fuente de horno. Con una brocha las pintamos por encima con aceite, “apenas un saludo”, según la expresión de un afamado cocinero, estrella Michelín, hablando de otra preparación ¡no de albóndigas!
Cuando las tengamos todas las asamos a 200º durante unos 10 minutos, añadimos el sofrito de verduras y un dedo de agua; las dejamos otros cinco minutos más y estarán listas.
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