El codillo de cerdo o pernil es una parte del cerdo, ubicado
entre la unión de los dos huesos de la pata donde se forma el codo.
El codillo tiene un sabor fuerte, es muy aromático, contiene abundante grasa.
Necesitamos:
Dos codillos.
Patatas, las suficientes
para cubrir la fuente del horno.
Unas ramitas de romero.
Un vaso de caldo de
verdura o de carne.
Sal, pimienta y aceite.
Paciencia, ingrediente
necesario, imprescindible. El codillo necesita tiempo de horno, no es un plato
para hacer con prisas.
Os contaré que puse dos codillos a asar, probé, comprobé y pensé que ya estaban hechos así que… fotos y a comer. Comer comimos uno, no estaba mal pero le faltaba “un poco”.
Al día siguiente otra vez el codillo al horno, una horita más y…perfecto. Mucho más sabroso, más meloso, mucho mejor: a la mesa directamente, esta vez sin fotos.
Os contaré que puse dos codillos a asar, probé, comprobé y pensé que ya estaban hechos así que… fotos y a comer. Comer comimos uno, no estaba mal pero le faltaba “un poco”.
Al día siguiente otra vez el codillo al horno, una horita más y…perfecto. Mucho más sabroso, más meloso, mucho mejor: a la mesa directamente, esta vez sin fotos.
El proceso es sencillo.
Pelamos y partimos las
patatas de forma irregular. Las ponemos en una fuente de horno; salamos,
añadimos un chorro de aceite y unas ramas de romero.
Encima de la cama de
patatas ponemos los codillos, sazonados con sal y pimienta, agregamos el caldo
y metemos en el horno caliente a 170º / 180º.
De vez en cuando regamos
con la salsa, damos un cuarto de vuelta al codillo y dejamos que se haga. El
tiempo total en mi caso, contando la segunda parte, fue de 2 horas y media.
Las
patatas estaban espectaculares.
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