Más fácil, imposible. Más rápido, imposible. Más sencillo, imposible. Más rico... eso va en gustos.
Necesitamos para cada pincho:
1 pimiento del piquillo.
1 rebanada de pan.
1 ó 2 lonchitas de jamón serrano.
Aceite de oliva y sal.
Empezamos tostado en el horno las rebanadas de pan para que queden
crujientes.
Ponemos las
lonchas de jamón entre dos papeles de horno y, a la vez que el pan, las metemos
al horno hasta que se sequen y queden crujientes.
Mientras en una
sartén con un poco de aceite hacemos los pimientos, abiertos y partido en dos, para
que se calientes y se hagan.
Ponemos el pan,
encima el pimiento con unas piedras de sal y por último el jamón.
¡Y listo!
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