jueves, 23 de julio de 2020

Calabacín con anchoa, al horno.



Sigo buscando nuevas formas de comer calabacín y cuando vi la receta de “Calabacines a la milanesa” en el recetario de la marquesa de Parabere enseguida me la apunté ¡claro que hice algunas modificaciones!

Suprimí el queso y lo cambié por unas anchoas que me parece que le dan un puntito salado que les va bien. También puse orégano en vez de perejil.


Necesitamos para dos:
Un calabacín mediano o dos pequeños.
3 ó 4 tomates pera.
1 cebolla medina.
1 lata de anchoas.
1 cucharada de harina.
Aceites de oliva virgen extra.
Sal.
Orégano.

Empezamos lavando muy bien el calabacín y cortando los extremos. Yo quité con el pelador algunas tiras de la piel (me parecía que quedaba más vistoso) pero si es de cultivo ecológico podemos dejarla toda.

Partimos rodajas algo gruesas, como de 2 centímetros. Las salamos y pasamos por harina.

Las freímos en aceite bien caliente para que se doren pero sin perder agua.

Las ponemos en una fuente que pueda ir al horno.


Picamos las anchoas y las repartimos por encima.


En dos o tres cucharadas del aceite que nos sobre de freír el calabacín sofreímos la cebolla picada; cuando empieza a ponerse trasparente añadimos los tomates rallados o pelados y partidos en trocitos. Dejamos que se cocine hasta que esté una salsa espesa.

Cubrimos con ella las rodajas de calabacín.


Metemos en el horno caliente a 180º durante unos 20/25 minutos.

Espolvoreamos por encima orégano y un chorro de aceite crudo; servimos.


¡Y listo, a disfrutar!

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