Crujientes por fuera, blanditas por dentro, sabor a limón, con el tamaño perfecto para acompañar el café y repetir sin remordimientos; fáciles de hacer, con ingredientes sencillos…buenísimas.
Estas galletas son del blog Belenciaga; si un día no tienes gana de cocinar abres este blog y te empieza a apetecer todo: buenísimas recetas y fotos, variadas, bien explicado, ¡en fin! que te lanzas a la cocina sin pensarlo.
Yo solamente omití el colorante y modifiqué la cantidad de harina.
Necesitamos:
75 gramos de mantequilla en pomada.
75 gramos de azúcar blanco.
200 gramos más o menos de harina.
50 gramos de almendra molida.
½ sobre de levadura química (Royal o similar).
La piel y el zumo de un limón.
Una pizca de sal.
Azúcar glas para rebozar.
Empezamos preparando todos los ingredientes: la mantequilla y el huevo que no estén fríos, a temperatura ambiente; el limón rallado y exprimido; azúcar, harina, almendra pesadas…
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté bien integrado y sea una masa homogénea.
Añadimos la ralladura de limón, el zumo, la sal y el huevo; seguimos batiendo.
Agregamos la almendra y mezclamos.
Por último ponemos la harina con la levadura; yo mezclé 150 gramos de harina con la levadura y se lo añadí a la masa de tres veces; como estaba demasiado blanda fui agregando más harina cucharada a cucharada hasta completar los 200 gramos. Creo que es la mejor forma de hacerlo porque dependiendo del tamaño del huevo y de la cantidad de zumo que tenga el limón puede necesitar más o menos harina.
Tenemos que conseguir una masa blanda pero no en exceso.
La metemos en la nevera unos 30/40 minutos; después de este tiempo, con la mantequilla fría estará mucho más manejable.
Calentamos el horno a 180º
Hacemos bolitas, rebozamos en el azúcar glas y horneamos unos 12/15 minutos, dependiendo del horno y del tamaño de las galletas.
¡Y listo, a disfrutar!
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