Esta sopa es una improvisación para aprovechar una rodaja, pequeña, de merluza en salsa que me sobró; de ahí su nombre: pobre.
Con “casiná” se puede hacer una sopa muy sabrosa para la cena.
Necesitamos para dos raciones:
Una espina y una cabeza de merluza (de esas que guardamos en el congelador).
60 g de arroz.
2 zanahorias.
1 cebolla.
1 huevo cocido.
Aceite de oliva y sal.
Unas hebras de azafrán o media cucharilla de cúrcuma.
Restos de pescado de otra preparación.
Perejil.
Empezamos preparando el caldo de pescado con la espina, la cabeza y media cebolla. Lo tenemos hirviendo unos 20 minutos.
Lo colamos y reservamos.
Mientras en otra pota ponemos dos cucharadas de aceite con la otra media cebolla picada menuda y las zanahorias peladas y partidas en rodajas o medias rodajas.
Sofreímos hasta que la cebolla se ponga transparente.
Añadimos el arroz y el azafrán; damos unas vueltas para que se unan bien todos los ingredientes.
Agregamos el caldo caliente y
dejamos hervir unos 15/18 minutos.
Desmenuzamos el pescado y cuando falten dos o tres minutos lo añadimos a la pota (solo tiene que calentarse) junto con el huevo cocido.
Picamos perejil, probamos de sal y servimos.
¡Y listo, a disfrutar!
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