Una ensalada simple y muy veraniega; la única “innovación” si puede decirse así es el aderezo con pimentón que, por otro lado es muy tradicional en León; así se comen los huevos cocidos, los cachelos…así se marinan los filetes de jamón fresco o de lomo…en fin que somos muy “amantes” del pimentón.
Necesitamos para dos:
200 gramos de judías verdes.
Dos patatas medianas.
2 huevos.
Aceite de oliva virgen extra.
½ cucharadita de pimentón dulce.
Sal.
Empezamos cociendo las patatas enteras, lavadas y sin pelar, con un hervor suave para evitar que se rompan, en agua con sal.
Cuando estén cocidas (las pinchamos con una brocheta para comprobar) las dejamos templar, las pelamos y cortamos en rodajas gruesas.
Mientras se cuecen las patatas cocemos los huevos.
Despuntamos las judías y las partimos a la mitad longitudinalmente; después en tres o cuatro trozos; las cocemos en agua hirviendo con sal entre cinco y siete minutos (el tiempo depende de la calidad y frescura), deben quedar tiernas pero no muy blandas.
Ponemos las rodajas de patata en la fuente de servir y aliñamos con un poco de aceite antes de que se enfríen.
Encima colocamos las judías y sobre estas el huevo cocido picado.
Mezclamos en un bol el aceite, el pimentón y sal; lo batimos.
Aliñamos la ensalada al momento se servirla.
¿Comemos o qué?