Las croquetas son un aperitivo de éxito asegurado ¡al menos en mi casa!
Estas con zanahoria son a petición de mi nieto mayor (el peque las quiere de jamón, jajaja).
Tengo publicadas otras con las zanahorias asadas y no sé cual me gusta más: tienen un sabor y una textura muy suave, delicada.
Necesitamos:
250 gramos de zanahoria rallada.
50 gramos de harina.
50 gramos de mantequilla.
400 gramos de leche.
sal.
Pan rallado y huevo.
Empezamos poniendo la mantequilla a calentar; agregamos la zanahoria rallada con un poco de sal y dejamos a fuego medio unos 10 minutos, dando vueltas de vez en cuando, para que pierda la humedad.
Agregamos la harina y seguimos cocinando 4 ó 5 minutos más.
Ponemos la leche y con unas varillas para evitar los grumos cocinamos hasta tengamos una bechamel espesa.
La pasamos a una fuente y dejamos enfriar tapada con film, pegado a la masa para evitar que forme corteza.
Cuando la masa esté fría, mejor de un día para otro formamos las croquetas; las rebozamos en pan rallado, huevo y pan rallado.
Dejamos reposar mientras se calienta el aceite y las freímos hasta que estén doradas.
Las sacamos a papel absorbente y servimos calientes.
¿Comemos o qué?
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