¿Croquetas? ¿Empanadillas? Pues no sé lo que son. Me acorde de un aperitivo que hice para
el día de Reyes hace un par de años, que resultó muy bien. Así que mezclé las
dos ideas y…aquí están estos pastelillos.
Hice dos tamaños: para el aperitivo en moldes de mini magdalenas y más grandes para segundo plato.
Hice dos tamaños: para el aperitivo en moldes de mini magdalenas y más grandes para segundo plato.
Necesitamos:
Media cebolla, partida muy menuda.
Una zanahoria, cocida al dente, en trocitos.
Un manojo de acelgas, hervidas en agua con sal.
Un poco de jamón serrano.
Harina y leche para la bechamel.
Un paquete de obleas.
Aceite y sal.
Empezamos en una sartén con un poco de aceite freímos la
cebolla hasta que empiece a estar trasparente. Añadimos la harina y freímos;
vamos añadiendo la leche y removiendo para que no se hagan grumos. Agregamos la
zanahoria, las acelgas bien escurridas y el jamón.
Cocemos hasta que espese; no es necesario dejarlo
tan espeso como para las croquetas de freír.
Usamos un aro o un vaso para recortar las obleas un
poco todo alrededor, ya que son demasiado grandes para los moldes de
mini-magdalenas. Forramos los moldes con la oblea recortada y los rellenamos con la masa.
Con este tamaño quedan muy apropiadas para el aperitivo, ya que se comen de dos bocados.
Con este tamaño quedan muy apropiadas para el aperitivo, ya que se comen de dos bocados.
Las ponemos en el horno unos 10 minutos a 170/180º.
Si las quieres hacer más grandes, no recortes las obleas, ponlas en moldes y rellena. Quedan geniales como segundo plato ¡y te ahorras las calorías de la fritura!
¡Y listo!
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