miércoles, 8 de enero de 2014

Sopa de ajo



Si hiciésemos un concurso para encontrar la sopa  más humilde sin duda ganaría la sopa de ajo. Con casi nada y en poco tiempo preparamos un plato sabroso, calentito, nutritivo y muy, muy barato.

La receta base, tal como yo la vi hacer en mí casa es simple: ajo, pan, aceite, pimentón.


Pero admite muchos “complementos”: jamón, chorizo, tocino, huevo, bacalao, caldo, en vez de agua…
Yo empiezo por tostar un poco las rebanadas de pan, partidas finas. Creo que si el pan está bien seco absorbe mejor los sabores que le vamos a añadir.



Pongo en una pota el aceite y los ajos, que no parto demasiado menudos, ya que va a cocer y quedarán blandos (y así si alguien no los quiere puede “esquivarlos”)

Cuando están ligeramente dorados pongo el pan, para que se empape de aceite; doy unas vueltas y añado el pimentón dulce y un toque de picante. Sofrío todo.
Añado el caldo, en este caso de hueso de jamón y verduras.

Dejo cocer despacio unos 15 minutos y reposar otros 5 minutos antes de servir.




Y ahora los complementos:
He oído decir a mi madre que mi bisabuelo, campesino leones, siempre las tomaba, para desayunar, con chorizo picado y un huevo escalfado en ellas.
También le ponían torrezno de tocino frito.

Con bacalao desalado y desmenuzado se la vi hacer a Arguiñano, la llamo ZURRUKUTUNA. Yo la probé y me encantó.




En fin, probad y ya me contaréis.

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