El osobuco es un corte de carne de ternera,
generalmente de la pata trasera, el morcillo con hueso. Es una carne muy
jugosa que requiere una cocción larga y lenta para alcanzar su máximo
“esplendor”.
Es frecuente que en la carnicería deshuesen el
morcillo por lo que conviene encargarlo y pedir que nos lo corten en unas
buenas rodajas algo gruesas.
Necesitamos:
Un trozo de carne por persona.
Hortalizas: una cebolla, 2 ó 3 puerros, 2 ó 3
zanahorias, unos dientes de ajo.
Un vaso de vino tinto bueno.
Un vaso de caldo de verduras o de carne.
Sal, un poco de harina, aceite y romero fresco.
Empezamos preparando la carne: quitamos la piel que
rodea las piezas y hacemos unos pequeños cortes alrededor para evitar que se
deforme la freír.
Salpimentamos, pasamos por harina y freímos. Vamos
poniendo los trozos en una bandeja que pueda ir al horno.
Colamos el aceite de freír la carne y en una pequeña
cantidad sofreímos los dientes de ajo pelados y enteros, la cebolla picada, los
puerros en rodajas, las zanahorias peladas y en rodajas.
Cuando el sofrito empiece a ablandar ponemos el
vino, subimos el fuego, dejamos evaporar el alcohol y cubrimos la carne.
Ponemos unas ramitas de romero fresco.
Metemos la fuente en el horno caliente a 200º y
dejamos que se cocine agregando caldo caliente en pequeñas cantidades a medida
que haga falta para que siempre tenga salsa.
Se puede cubrir la fuente con papel de aluminio para
evitar una evaporación excesiva y no tener que añadir tanto caldo.
Necesitará unas dos horas de horno para estar en su
punto pero, como siempre, es mejor ir comprobando: cuando la carne se separa el
hueso central fácilmente lo tenemos.
Mientras se cocina se prepara el acompañamiento:
patatas fritas, arroz blanco, una ensalada…
Como veis en las fotos no hay ninguna de la carne
emplatada ¡porque no tuve ocasión de hacerlas! Estaban impacientes y
hambrientos y no quise hacerles esperar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario