¡Todos
a la cocina! pasaréis dos buenos ratos, uno haciendo las trufas y otro
comiéndolas.
Estas trufas son básicamente iguales a éstas.
Pequeños cambios: licor de avellana en vez de ron (si hay niños…no)
y rebozar con coco rallado en vez de cacao.
80g. de bizcochos.
120g. de chocolate negro.
160g de leche condensada.
1 cucharada de café soluble.
1 cucharada de café soluble.
1 cucharada de licor de avellana.
Coco, para rebozar.
Empezamos:
Hacemos harina los bizcochos (de los que yo compré
100g son 8) por el sistema que queráis; yo por el tradicional de meterlos en
una bolsa, de esas de bocadillos o de congelar y pasar repetidamente el rodillo
por encima.
Mezclamos la harina de bizcochos con la leche
condensada, revolvemos.
Ponemos, en un cazo, el chocolate al baño María y damos
vueltas hasta que se deshaga, cuidando que no se queme.
Añadimos el chocolate, la cucharada de café soluble
y el licor (si lo ponemos) a la mezcla de leche condensada y bizcochos.
Una vueltas para homogeneizar la masa y a la nevera,
un par de horas.
Vamos cogiendo, con una cucharita porciones de masa
y les damos forma.
Yo las hice pequeñas, para comer de un solo bocado.
Rebozamos con el coco.
Las ponemos en cápsulas de papel de tamaño adecuado.
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