miércoles, 1 de abril de 2015

Torrijas 1.





Bueno podría contaros aquello de que hice las torrijas para aprovechar unas rebanadas de pan del día anterior, para reciclar, porque “aquí no se tira nada”, porque…bueno, sin disculpas, las hice porque nos apetecían. 

Las tomamos de postre con una copa de cava fresquito, para “rematar” bien la comida, que para eso estamos de vacaciones.






Necesitamos:
Leche.
Azúcar.
Huevo.
Canela y piel de limón (si no es ecológico lavarlo muy bien para quitar los productos químicos que les ponen).
Aceite para freír y una pizca de sal.

El proceso es siempre el mismo pero depende el tipo de pan que se use necesitaremos más o menos leche; yo usé un pan de hogaza mezcla de trigo y centeno con una miga muy densa, muy compacta que necesitó bastante leche y tiempo para empaparse.

Ponemos a calentar la leche con piel de limón y esperamos a que hierva; apartamos y dejamos templar con la piel para que coja bien el sabor y el perfume.

Partimos el pan en rebanadas de unos 2 centímetros, quitamos la corteza y ponemos en un recipiente hondo; añadimos la leche templada y dejamos que el pan la absorba. 

Ponemos aceite a calentar; batimos 1 ó 2 huevos  con una pizca de sal; sacamos el pan y lo pasamos por el huevo batido; freímos hasta que estén doradas.

En un plato llano ponemos azúcar y canela molida y rebozamos las torrijas recién fritas    ¡sin quemarnos!



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