Este
plato lleva dos de mis ingredientes favoritos, vayan juntos o por separado:
alcachofas y champiñones.
Hoy
se los he añadido a un plato de pasta, macarrones, y lo he rematado con un
toque de queso; el resultado para mi gusto: perfecto.
Es
rápido de hacer, en 20/30 minutos, aunque vayas despacio, puedes tener hasta la
mesa puesta.
Y
ya solo te quedaría disfrutar.
Necesitamos
para dos:
140
gramos de pasta.
8
alcachofas.
8
champiñones.
1
cebolla mediana.
Aceite
de oliva virgen extra y sal.
Un chorro de vermú (optativo).
Unas
lascas de queso. Yo puse queso de oveja de Zamora de media curación, pero el que
os guste.
Empezamos
pelando la cebolla y partiéndola en pluma; limpiamos los champiñones y los
partimos en trozos más bien grandes.
Ponemos
en una sartén amplia dos o tres cucharadas de aceite, la cebolla y los
champiñones con un poco de sal.
Dejamos
que se cocine tres o cuatro minutos. Los champiñones soltarán parte del agua y
la cebolla empezará a ablandar.
En este momento añadimos a la sartén las alcachofas. Subimos el calor y agregamos el vermú; dejamos evaporar.
El vermú proporciona un sabor muy especial, diferente a cualquier otro vino.
Tapamos y cocinamos unos siete
u ocho minutos hasta que estén tiernas. Damos una vuelta de vez en cuando.
Yo
uso alcachofas congeladas pequeñas; si las ponéis de bote solo necesitarán
calentarse así que las ponemos los dos o tres minutos finales y si por el
contrario las usáis naturales tendréis que limpiarlas y cocerlas previamente.
Cocemos
la pasta; escurrimos y mezclamos en la sartén con los demás ingredientes.
Una
vez servido podemos poner un poco de queso, rallado o en lascas; con el calor
se deshará.
¿Comemos
o qué?
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