Apenas unos minutos después de probar la quiche sintió un fuerte dolor de estómago…pronto llegaron los vómitos…la vista se le nubló…
Fue lo último que sintió.
Necesitamos:
Una masa de hojaldre.
Un manojo de espinacas frescas.
Unos tomates cherris.
3 huevos, a temperatura ambiente.
1 envase de 200 ml de leche evaporada.
1 yogur natural.
Sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos horneando la masa de hojaldre; forramos un molde, mejor desmontable con el hojaldre, pinchamos la base y sobre un papel de horno ponemos unas legumbres (garbanzos o alubias) y horneamos a 180º durante unos 10 minutos. Se trata de un primer horneado se termina después con el relleno.
Relleno: Cocinamos las espinacas en una sartén con una cucharada de aceite y sal hasta que pierdan el agua, unos tres o cuatro minutos. Reservamos para que enfríen.
Batimos los huevos con el yogur; añadimos la leche evaporada y seguimos batiendo hasta homogeneizar la mezcla; ponemos sal y pimienta negra.
Agregamos las espinacas y mezclamos.
Ponemos esta mezcla sobre el hojaldre.
Lavamos los tomatitos, los partimos a la mitad y los repartimos sobre el pastel.
Horneamos a 180º entre 15 y 20 minutos, hasta que al pinchar salga el palillo limpio.
Se sirve caliente o templado.
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