jueves, 27 de abril de 2023

Potaje de garbanzos con albóndigas y verduras.


En uno de esos paseos por la red, que me doy de vez en cuando, “fisgué” un blog muy interesante que hablaba de las “recetas de fin de mes”. Siento muchísimo no recordar qué blog era, algo que me pasa mucho porque tengo la mala costumbre de no guardar un enlace.

Bueno a lo que voy: “receta de fin de mes”. Esta, creo que es una de esas recetas de fin de mes, cuando la economía ya anda un poquito más ajustada. Aunque, desde luego, es tan sabrosa, sana, completa y nutritiva que merece un puesto en nuestro recetario del día a día.



Necesitamos:

Garbanzos, unos 60 gramos por ración.

Verduras: ajo, cebolla, zanahoria y calabacín.

Para las albóndigas: carne picada, de ternera o mezcla, pero siempre recién picada, ajo, miga de pan, leche, un huevo, sal y pimienta negra.

Sal, aceite de oliva virgen, harina, laurel y pimentón dulce.

Empezamos poniendo a remojo los garbanzos la noche anterior a cocinarlos. Por la mañana los escurrimos y los cocemos simplemente en agua con una hoja de laurel y sal. Cuando estén tiernos los reservamos calientes.

Mientras se cuecen los garbanzos preparamos las albóndigas: adobamos la carne con ajo machacado, un huevo entero, la miga de pan remojada en leche y bien escurrida, sal y pimienta negra. Formamos las albóndigas; las pasamos por harina y las freímos. Reservamos.

Hacemos el sofrito: en una cazuela amplia ponemos dos o tres cucharadas de aceite y sofreímos a fuego suave el ajo, la cebolla y la zanahoria, todo picado menudo, con sal; cuando esté blando agregamos el calabacín, pelado si no es ecológico, y dejamos que se cocine dos o tres minutos. Ponemos el pimentón, damos unas vueltas y apartamos del fuego.

Ya solo nos queda juntar las distintas preparaciones: en la cazuela del sofrito añadimos los garbanzos con parte del caldo de cocerlos, más o menos dependiendo de lo caldoso que nos guste el guiso, y las albóndigas fritas. 

Dejamos que todo hierva junto, a fuego suave unos cinco minutos.

Reposar unos minutos y servir.

Puede parecer una receta laboriosa pero…los garbanzos pueden ser de bote (yo nunca los he usado por lo que no me atrevo a opinar) o también podemos cocer bastantes y tener congelados, en raciones, que es mi opción. 

Las albóndigas, el día que nos ponemos hacemos de más y congelamos. Si las tenemos congeladas con salsa podemos ¡incluso! ahorrarnos hacer el sofrito: solo descongelar, juntar, cocer todo unos minutos y servir.

Bueno, hay que tirar de congelador y… comida resuelta.

Espero que la idea os sirva, al menos para entreteneros leyendo, jajaja.



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