Riquísimo, de verdad. Sobre unas tostadas de pan de hogaza, tostado y crujiente, y por encima unos frutos secos, piñones, almendras, avellanas o, si os gusta más, unas aceitunas negras. Nosotros también probamos con queso curado de Zamora ¡espectacular!
Es
saludable y fácil de hacer, unas hortalizas, unas especias y un poco de aceite
de oliva virgen extra, receta totalmente mediterránea.
En
cuanto a las especias os digo lo que he puesto yo pero aquí está el gusto de
cada uno y lo acostumbrado que esté a usarlas. Sacad los tarritos de especias
que vamos allá.
Necesitamos:
1
berenjena.
1
calabacín.
1
tomate maduro mediano.
2
ó 3 dientes de ajo.
½
pimiento rojo.
Especias:
cúrcuma, comino molido y pimienta negra.
Sal
y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos
lavando, pelando y partiendo las hortalizas que vamos a utilizar; no es necesario partir muy pequeño porque después vamos a machacarlo ligeramente.
No
pelé el tomate y fue un error, después estuve “cazando” trocitos de piel por la cazuela,
jajaja.
En
una cazuela ponemos una cucharada de aceite y medio vaso pequeño de agua, que
apenas cubra el fondo; añadimos todas las hortalizas, con ½ cucharilla de
cúrcuma, ½ de comino molido, unos golpes de pimienta negra y sal.
Mezclamos
bien, tapamos la cazuela y cocinamos a fuego medio unos 15 minutos, dándole
unas vueltas de vez en cuando; las verduras, sobre todo el calabacín y el
tomate, soltarán suficiente líquido para que todo se cocine.
Después
de ese tiempo con un tenedor vamos machacando el guiso para que quede como una
papilla irregular, con trocitos.
La
servimos y ponemos por encima un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
Se puede comer templado o frío.
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