Ingredientes:
300 g. de harina de fuerza.
10 g. de levadura prensada.
1 tacita de leche.
3 huevos (dos para la masa y uno para pintar).
75 g. de mantequilla a temperatura ambiente.
120 g. de azúcar.
Ralladura de un limón.
Un tarro de guindas en almíbar.
Unos gramos de sal.
Empezamos:
Templamos leche y disolvemos en ella la levadura,
removiendo muy bien.
Añadimos el azúcar y la
mitad de la harina, 150g aproximadamente.
Amasamos hasta conseguir
una bola blanda.
Dejamos, tapada, en lugar
templado hasta que la masa duplique su volumen, dependiendo de la temperatura
tardará más o menos.
Ponemos el resto de la
harina en otro bol y le añadimos los huevos batidos, la mantequilla, la
ralladura de limón y la sal.
Mezclamos bien todos estos
ingredientes y añadimos la masa fermentada.
Seguimos amasando hasta
obtener una masa fina y compacta.
Se puede añadir un poco más
de harina si está demasiado blanda y
pegajosa.
Ponemos la masa en una
placa de horno forrada con papel vegetal y le damos forma rectangular,
dejándole 1 cm. de grosor más o menos.
Pintamos la masa con huevo
batido con ayuda de una brocha y repartimos medias guindas por toda la
superficie.
Dejamos reposar 1 hora para
que aumente su volumen.
Horneamos a 200 grados
durante unos 20 minutos, hasta que se vea doradita.
Retiramos del horno y
dejamos enfriar en una rejilla.
¡Buen desayuno! |
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