Una mezcla de sabores interesante: el dulce
del melón con un regusto un poco picante del jengibre.
Con esta cantidad de azúcar, para mi gusto, ha quedado
demasiado dulce pero, claro depende mucho del punto de dulzor del melón y desde
luego de vuestro gusto personal; se puede poner menos, probar e ir añadiendo.
Si os sale un melón un poco “pepino”, quiero decir
desaborido, poco dulce, insípido ésta puede ser una buena forma de utilizarlo.
Necesitamos:
Melón, 900 g pesado sin pepitas ni piel.
Manzana unos 250 g, pelada, sin corazón y partida a trozos.
Azúcar blanco, 250 g.
Jengibre fresco, unos 2 centímetros.
En un bol ponemos el melón en trozos, el azúcar y el
jengibre rallado mezclamos y dejamos
marinar durante una hora como mínimo.
Después de ese tiempo agregamos la manzana y lo
ponemos todo en una cazuela al fuego a cocer despacio. Al principio el melón soltará
mucho jugo, que poco a poco se irá evaporando, por lo que no es necesario dar
vueltas constantemente.
Lo trituramos con la batidora y seguimos cociendo
hasta que esté espeso.
Lo dejamos enfriar y lo pasamos a un tarro. Si queréis
hacer conserva tenéis que esterilizar los tarros; para esta cantidad creo que
no merece mucho la pena el esfuerzo ya que se puede consumir rápidamente (al
menos en mi casa).
¡Lista para consumir!